Las fuerzas de seguridad dieron muerte en un enfrentamiento en el norte de Paraguay a quien sería el líder de la Agrupación Campesina Armada (ACA), un grupo armado que habría refundado el fallecido después de que el Gobierno lo diera por desarticulado.
Antonio Bernal, con orden de captura por varios hechos delictivos, falleció anoche en un encuentro en los alrededores de Loreto, en el norteño departamento de Concepción, con integrantes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), informó este viernes a Efe el portavoz de ese cuerpo, el teniente coronel Luis Apesteguia.
El portavoz indicó que Bernal estaba acompañado de unas cinco personas que lograron huir y que llegaron a lanzar una granada a los efectivos de la FTC, el combinado de policías y militares creado para el combate a la guerrilla.
Añadió que los supervivientes constituyen el grueso de la ACA, sobre quienes prosigue un operativo para su localización durante esta mañana.
Pese a su reducido número, Apesteguia indicó que están “bien pertrechados”, con granadas y subfusiles.
Bernal había pertenecido en el pasado al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), del que la ACA es una escisión que había sido desarticulada en 2015.
Apesteguia indicó que Bernal dejó el EPP para unirse al Ejército de Mariscal López (EML), otra escisión del anterior, grupo que abandonó por sus diferencias con sus líderes para refundar la ACA.
Las autoridades responsabilizan a Bernal de haber tomado parte en el secuestro en abril de 2014 de Arlan Fick, entonces de 17 años y liberado tras el pago de medio millón de dólares, según reconocieron sus padres, colonos brasileños asentados en el norte de Paraguay.
En ese secuestro habría también participado un hermano de Antonio Bernal, Bernardo Bernal, quien murió poco después en un enfrentamiento con la FTC, cuando era considerado el “número tres” del EPP.
Apesteguia agregó que los dos hermanos están señalados por el asesinato en 2012 de una tía de ambos, a la que acusaron de ser una “informante” de las fuerzas de seguridad.
El EPP, el más importante de los grupos armados que operan en el norte de Paraguay, se ha financiado durante su historia con secuestros como el de Fick o de colonos menonitas, si bien desde hace meses no se conocen actividades armadas por su parte.
El grupo secuestró en 2014 al suboficial de la Policía Edelio Morínigo, de quien se desconoce su paradero.
La misma situación que la del ganadero Félix Urbieta, secuestrado en octubre de 2016 por el Ejército de Mariscal López, cuyo número de integrantes sumaría una media docena, según Apesteguia.EFE