La recomendación de quedarse en casa y el miedo a contagiarse de la COVID-19 ha disminuido los ya de por sí bajos niveles de donación altruista de sangre en Latinoamérica, advirtió un especialista.
“El hecho de que estemos en una pandemia ha afectado la donación altruista”, dijo a Efe el doctor Antonio Salas, jefe del Banco de Sangre del Centro Médico ABC, Campus Santa Fe con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre que se celebra el 14 de junio.
El especialista explicó que existen dos modalidades de donación. La reposición de la sangre que se da a un paciente hospitalizado y la donación voluntaria o altruista.
Sin embargo, debido a la coexistencia de estas dos modalidades de donación las reservas no son tan abundantes en la región y la situación de emergencia ha disminuido aún más la posibilidad de que se incremente la donación altruista.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 9,3 millones de unidades de sangre recolectadas en América Latina y el Caribe, sólo el 41% de los donantes son voluntarios.
Mientras que en el mundo, 73 países reciben más del 90% de sus donaciones de forma altruista.
México, sin embargo, es una de las naciones con menor porcentaje de donación altruista con entre 3 y 3,5 % del total de donaciones que se hacen.
Esto, dijo, obedece ahora a que mucha gente no quiere salir de sus casas debido al confinamiento y también porque sienten que acercarse a los hospitales en este momento representa un gran riesgo para infectarse por coronavirus.
“Pero eso no es cierto si se siguen las medidas sanitarias necesarias”, indicó.
NECESIDAD DE SANGRE ES ALTA
El doctor Salas señaló que pese al confinamiento la necesidad de sangre en los hospitales sigue siendo alta “incluso la hemos necesitado durante la pandemia de coronavirus”,
Explicó que la sangre es un líquido vital que se requiere cuando un paciente se somete a cirugías y sirve para compensar la pérdida que representan estos procedimientos, y también en algunos casos de cáncer que implican la pérdida de sangre.
Detalló que la sangre que se dona tiene un máximo de “vida” de 42 días y es por ello que se necesita contar con reservas constantemente, pero en la región el problema es que la demanda supera a la oferta.
Lamentó que la cultura de la región todavía siga siendo un obstáculo para que se incremente la donación de sangre altruista debido a los mitos que se tienen todavía al respecto.
“Debemos concienciar a las personas de la importancia de la donación. La necesidad de sangre es muy alta. No hay que esperar a que suceda una tragedia para ir a donar”, manifestó.
ENFERMEDADES CRÓNICAS NO IMPIDEN DONAR
Si bien es cierto que en promedio se rechazan el 40 % de los donadores voluntarios, uno de los mitos que existen en torno a este tema es que personas que padecen enfermedades crónicas como diabetes no son candidatos a donar su sangre.
Marisol Olarra, educadora en diabetes, explicó que esto no es un impedimento para que las personas sean donantes, siempre y cuando tengan un control adecuado de su enfermedad.
“Por mucho tiempo se creyó que no podían donar, pero si la diabetes está bajo control es posible donar sangre”, aseveró.
Indicó que antes se pensaba que los diabéticos, al tener que aplicarse la insulina, podían incurrir en el error de reutilizar jeringas, sin embargo, con las nuevas tecnologías de aplicación esto es casi imposible.
“Hay que romper mitos a través de la información. Donar sangre significa salvar vidas”, insistió.
Ambos expertos reiteraron que casi todas las personas tienen posibilidades de donar sangres siempre y cuando sean mayores de edad y cuenten con buena salud.
“No hay razón de rechazarlos si están bien. Si no los aceptan, están incurriendo en malas prácticas y deben denunciar”, finalizó el doctor Salas.
EFE