Llegaron a decir, que el mejor ministro de Hacienda que había tenido Panamá había sido Hugo Chávez Frías, el paracaidista que llegó a la presidencia de Venezuela. La razón: por la cantidad de gente con dinero que buscó refugio en Panamá para evitar la ola de arbitrariedades y locuras que a diario se cometían contra los que tenían algo. En esa ola de nuevos inversionistas foráneos que llegaron de la tierra de Bolívar, se colaron muchos nuevos ricos de la revolución chavista, civiles y militares, que encontraron en tierra istmeña buenos socios que les abrieron las puertas en bancos y negocios del patio.
Por Guillermo “Willy” Cochez | El Venezolano Panamá
Esa relación del chavismo con nuestras autoridades la detallo en mi nuevo libro Luchar sin Permiso –a presentarse cuando la pandemia lo permita- en hecho ocurrido durante el gobierno de Martín Torrijos. Su Canciller era Samuel Lewis Navarro y la procuradora Ana Matilde Gómez. Chávez era tan amigo de los de acá, que le pidió a Torrijos que nombrara como embajador de Panamá en Venezuela a su compañero de clase, el comisionado José Gómez. Si bien no se hizo ese nombramiento, Torrijos designó a Gómez como jefe del Servicio de Protección Institucional (SPI), donde de inmediato se uniformaron a sus unidades con la típica boina roja chavista.
¿Quiénes serán los socios de Saab en Panamá? ¿Serán los mismos que en Venezuela operan en negocios multimillonarios que deben tener el visto bueno de los grandes del chavismo? ¿Habrá donado Saab a políticos panameños? ¿Tendrán sus oficinas en Punta Pacífica cómo se dice? Sea lo que fuera, lo que pretendo es que Panamá no sirva de escenario propicio para el lavado de dinero de nadie y menos para venezolanos corruptos que, sin escrúpulos, sigan llevando al barranco al pueblo venezolano y corrompiendo autoridades extranjeras por donde mueven sus ilegales dineros.
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