Mauricio Claver-Carone, candidato para dirigir el BID, sostendrá su oposición a Maduro

Mauricio Claver-Carone, candidato para dirigir el BID, sostendrá su oposición a Maduro

Mauricio Claver-Carone, contesta las preguntas de los medios de camino a la Casa Blanca. EFE/ Shawn Thew

 

Mauricio Claver-Carone, el candidato de EE.UU. para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se mostró este miércoles “muy confiado” de que conseguirá ascender al cargo y argumentó que elegir a una figura “conocida” como él ayudará a la región a superar la crisis económica.

Claver-Carone, el principal asesor para las Américas del presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo en una entrevista con Efe que ha conseguido el apoyo de quince países de la región, lo que en principio le permitirá ganar las elecciones de septiembre, porque Washington controla el 30 % del poder de voto en el BID.

Al abogado de origen cubano, nacido en Miami hace 44 años y conocido por su línea dura hacia Cuba y Venezuela, no le preocupa romper la tradición que ha mantenido a latinoamericanos al frente del BID durante 60 años: “EE.UU. también es parte de esta región”.

PREGUNTA: Brasil, Colombia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Honduras y Haití han anunciado públicamente que votarán por usted. ¿Tiene más apoyos?

RESPUESTA: Ya son quince países los que nos han dicho en público o en privado que apoyan la candidatura, y francamente me siento muy halagado.

P: ¿Por qué decidió presentarse a la Presidencia del BID?

R: Decidimos hacer esto porque en medio de esta crisis de salud -y consecuentemente económica- que hemos tenido, para que la recuperación pueda ser rápida e impactante, tenemos que movilizar capital, tenemos que usar herramientas en coordinación con algunas de las instituciones norteamericanas y otras. Hacer eso era muy difícil y había preocupación en la región porque, francamente, no había candidatos que todo el mundo conociera. Y con las restricciones actuales que tenemos, es muy difícil ir a presentar un candidato a todo el mundo. Eso entonces impediría que se pueda movilizar pronto el capital necesario para poder ayudar a la región.

Este es un momento excepcional, con unas circunstancias excepcionales, y es una candidatura que la región conoce, porque hemos trabajado juntos. Me siento muy humilde (honrado) de haber ganado la confianza de los líderes. Conozco a casi todos los cancilleres, a casi todos los ministros de finanzas.

Por la emergencia de la crisis y las circunstancias, pensamos que era una oportunidad para poder también mostrarle a la región que queremos ayudar con nuestro liderazgo. Una de las grandes quejas que ha habido históricamente del BID es que a los Estados Unidos no le importaba lo suficiente y no se involucraba lo suficiente en el BID. Ahora tenemos una oportunidad, con un compromiso de un término (mandato) de cinco años, para mostrarle de primera mano con nuestro liderazgo a la región que sí nos interesa el BID como institución.

P: ¿Es cierto que Brasil le animó a presentarse?

R: En una llamada, de casualidad, hace dos semanas, el presidente (brasileño, Jair) Bolsonaro le había dicho al presidente Trump que él estaba pensando en un candidato (para el BID), pero que apoyarían a un candidato norteamericano si se presentaba. Y en eso empezamos a pensar en las circunstancias, y si era factible hacerlo en estos momentos excepcionales. Llamamos a muchos de nuestros socios en la región, para preguntarles. Ya había habido dos presidentes en particular que me habían llamado, porque como se había anunciado hace meses que a lo mejor yo iba como el “número dos” del BID, me habían preguntado, ¿por qué no aspiras a la presidencia? Y la verdad es que todo fue uniéndose y decidimos hacerlo. Y la confianza que nos ha dado la región ha sido halagadora. Los votos están ahí, nos sentimos muy confiados, pero lo que quiero es poder unir a la región, porque tampoco es el momento de tener estas divisiones. Si Dios quiere y ganamos en septiembre, queremos poder empezar a trabajar desde el mismo primero de octubre. Queremos formar un equipo regional, ya he hablado con algunos de los ministros de finanzas y otros que son muy amigos. Hay unos jóvenes dinámicos que van a ser la próxima generación, y queremos usar su energía y sus habilidades. Pienso por ejemplo en Richard Martínez en Ecuador; la ministra (María Antonieta) Alva en Perú, muy dinámica; o Nigel Clarke en Jamaica.

P: Si ya tiene los votos para ganar las elecciones, ¿cree que esto significa que ya no se van a presentar algunos nombres que sonaban para suceder a Luis Alberto Moreno, como Laura Chinchilla de Costa Rica, o Gustavo Béliz de Argentina?

R: Veremos. Esa es una decisión de cada país, y algunos países que todavía no se han pronunciado públicamente (para apoyarme) quizá tenían candidatos y quieren hablar con ellos de antemano.

Por lo menos, públicamente, ya tres países que tenían candidatos se han pronunciado a nuestro favor: Ecuador, Paraguay y Brasil. Veremos lo que quieren hacer Costa Rica y Argentina, pero matemáticamente va a ser muy difícil.

Sin embargo, aquí lo que queremos francamente no es tener una competencia. Yo esta mañana se lo he comunicado al Gobierno argentino: nosotros lo que queremos es poder trabajar para el bien de Argentina. Yo tengo un récord de haber ayudado a Argentina. (Durante) mi tiempo en el Fondo Monetario Internacional, fue con buenas intenciones que anunciamos un programa histórico para Argentina. Queremos beneficiar a todos los países democráticos de la región.

P: Durante su paso por la Administración de Trump, usted ha exhibido una ideología que algunos consideran de línea dura en temas como Venezuela o Cuba. ¿Va a traer consigo esa ideología al banco, o se compromete a no dejarse influir demasiado por consideraciones políticas?

R: Favorecer la democracia y proteger los derechos humanos no es una ideología. Es un valor común en la región. Afortunadamente 32 de los 35 países del hemisferio occidental valoran la democracia, los derechos humanos y los libres mercados. Eso en sí no es cuestión de ideología, de izquierda o derecha. Hay países de izquierda que son democráticos y hay países de derecha que son democráticos. El oponerse a dictaduras en Venezuela o en Cuba no es cuestión de ideología, es cuestión de principios democráticos, y yo siempre voy a proteger esos principios democráticos.

Afortunadamente, en el hemisferio occidental solamente tenemos una Venezuela y una Cuba. Lo que queremos son democracias prósperas, y me comprometo con los 32 países democráticos que hay en la región a hacer todo lo posible para que se recuperen de esta crisis, para que crezcan y que tengan una estabilidad democrática.

P: Su nominación rompe la tradición de los últimos 60 años, sería el primer presidente estadounidense del BID. ¿Cómo planea calmar las dudas de aquellos ciudadanos en la región a los que puede preocuparles que Estados Unidos asuma un papel tan grande en el banco, y que quizá pueden perder confianza en la institución porque esperaban que la liderara un latinoamericano?

R: Por 60 años, nada más ha habido cuatro presidentes, con presidencias de 15 a 20 años en el BID. Eso no es un modelo que queramos seguir tampoco. Yo me he comprometido a un término de cinco años, para ayudar a recuperar económicamente a la región, conjuntamente con Estados Unidos, para poder movilizar el capital. Queremos institucionalizar el tema de uno o dos términos como máximo después de mí, lo cual también es algo positivo.

Con todos los líderes con los que he hablado en la región, esa no ha sido una pregunta ni ha habido un problema. Al contrario, yo creo que lo que hay es una confianza y un alivio, porque soy una persona muy directa, una persona muy honesta, una persona con credibilidad. Ellos saben que trabajo para el bien de los países y sus poblaciones. Nosotros también somos parte de esta región, somos el mayor accionista y queremos poner todas nuestras herramientas al servicio de la región para ayudar a recuperarse económicamente de esta crisis.

P: Hay quien dice que su nominación permitirá a EE.UU. contener la influencia de China en Latinoamérica. ¿Es una de sus prioridades?

R: Estamos en un momento en el cual queremos realinear las cadenas de abastecimiento que hemos visto durante décadas y que iban de este a oeste, realinearlas de norte a sur. Eso también fue parte del fundamento de la seguridad en la región, fue parte del fundamento del BID en 1959. Nosotros vamos a esforzarnos en ayudar a crear los incentivos necesarios para poder fortalecer las relaciones interamericanas. Estos 32 países de la región compartimos valores, compartimos cultura, compartimos principios democráticos… Y eso no es una amenaza para nadie, eso solamente es bueno para el hemisferio occidental.

P: ¿Tendrá en cuenta la sostenibilidad y el medio ambiente en su plan para la recuperación económica de la región?

R: Nosotros tomamos en consideración todos los aspectos de inclusión social, medioambiente y todos esos temas. Han sido bien representados en el BID, vamos a evaluar y seguir el buen trabajo que se ha hecho en muchos de esos temas. Lo que sí vamos a recargar con toda la energía posible es enfocarnos en lo que para mí personalmente es lo más importante: el crecimiento económico de los países, el incremento de los ingresos medios de las personas, para que las personas puedan sentir y palpar ese crecimiento, y el empleo. Y conjuntamente con eso, obviamente hay factores macro, como la inclusión social, como el medioambiente, en los que el BID siempre ha trabajado, y nosotros continuaremos los buenos trabajos que se han hecho en esos sectores.

P: ¿Y eso incluye apoyar proyectos que contribuyan a preservar la Amazonía, aunque eso pueda contradecir la postura del presidente Bolsonaro?

R: Nosotros vamos a trabajar con el presidente Bolsonaro, y el Gobierno de Brasil es un gran aliado. Todo este proyecto que hemos llevado a cabo lo estamos haciendo en conjunto, y obviamente vamos a consultar con ellos para trabajar conjuntamente en todos estos temas tan importantes.

EFE

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