Ocurrió lo anunciado. El gobierno acudió a la Constitución y a la figura de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para hacer posible uno de los escenarios que planteamos en la columna anterior, el de convertir a los partidos en franquicias políticas manejadas por personajes que allanaran el camino a una elección parlamentaria este año.
La plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente, además, les dio un regalo a esas figuras. Ya no deben validarse como partidos, es decir, no deben recoger firmas en el territorio nacional para demostrar que cuentan con militancia, muy conveniente, sobre todo si tomamos en cuenta el amplio rechazo que tienen ahora de sus excompañeros de partido.
Para quienes se confían que desde el oficialismo hay improvisaciones solo les dejo mi observación como periodista. La ANC tenía un periodo de vida de dos años, en los cuales debía entregar al país un nuevo texto constitucional, algo que a la fecha no ha hecho y el 4 de agosto cumplirán tres años en funciones.
Pero resulta, que el ahora presidente de esa instancia, Diosdado Cabello, expresó el 21 de mayo de 2019 que “la asamblea aprobó un decreto mediante el cual extendía su vigencia al menos hasta el 31 de diciembre de 2020”. No hay puntada sin dedal.
Contrataque… El presidente del Parlamento venezolano Juan Guaidó, junto a los representantes de los principales partidos políticos, señaló que “no se rendirán ante los intentos de despojar a los partidos de sus tarjetas y símbolos”, y además afirmó que “continuarán en sus funciones parlamentarias hasta que se realicen elecciones libres en Venezuela”. Declarar la “Continuidad administrativa” de la Asamblea Nacional y con ello el interinato en la Presidencia de la República de Guaidó supone el mantenimiento del apoyo de la comunidad internacional y el aumento de las persecuciones contra los diputados ya que una vez culmine su periodo, el TSJ los declarará ilegítimos. No en vano Guaidó dejó entrever un nuevo llamado a la calle y a la protesta, algo que desde la acera contraria respondieron de inmediato con radicalización de la cuarentena en posibles escenarios neurálgicos.
Lo cierto es que en el pluriescenario actual la detención de Alex Saab y el incremento de las sanciones norteamericanas a toda empresa que tenga vínculos con el gobierno encabezado por Nicolás Maduro, el que vayan apareciendo las incursiones de financiamiento desde Venezuela en procesos políticos de Europa, no hacen más que demostrar que Guaidó goza del acompañamiento internacional. Pero tampoco deja de ser cierto, que en el plano doméstico la situación es otra y quien tiene el control lo ejerce desde Miraflores. El pulso lo decidirá la calle.
Contabilidad… Eso fue lo que solicitó Nicolás Maduro en medio de su intervención del pasado jueves 18 de junio con respecto a nuestra denuncia que las trochas se han convertido en un negocio sustancioso para los “coyotes” donde un niño puede costar $100, un adulto $150 y un enfermo o adulto mayor $200 para atravesar la frontera colombo – venezolana. Así estamos.
Pensión… El próximo lunes 22 se espera que se comience el pago de la pensión a los adultos mayores, pero ante el anuncio presidencial que se “radicalizará la cuarentena” en Caracas y los estados Aragua, Bolívar, Miranda, Vargas y Zulia a partir de esa misma fecha solo dejo una pregunta al aire, ¿Se tomaron las medidas para garantizar que los pensionados puedan cobrar y tratar de adquirir algún medicamento o alimento con ese dinero? Si no fue así, los invito a planificarse mejor, ellos también son vulnerables y no solo por el Covid -19, los mata el hambre.
Sin control… Así está el Zulia según palabras del Ejecutivo nacional. “Estamos tomando medidas drásticas y draconianas para que funcione el 100 % el cordón sanitario y los Pasi en el Zulia”. Los pacientes por Covid-19 copan el hospital centinela, obligando a la habilitación de otro centro de salud; pero, además, llegan casos a otro nosocomio dependiente del Seguro Social, el hospital Adolfo Pons. Eso sin contar los que esperan por los resultados de las pruebas definitivas en hoteles y moteles. El virus campea a sus anchas, en especial en Maracaibo y en los municipios fronterizos, porque no se respetaron las normas. Los camiones con mercancía siguen su paso desde Venezuela a Colombia y viceversa, solo que ahora es mayor el dinero que tienen que desembolsar. En su defensa solo puedo decir que la gente tampoco ayuda si sale a la calle sin las medidas necesarias.
Oportunidad… Esa es la que tienen los partidos de oposición para revisarse y hacer mea culpa ante esta nueva realidad que les toca afrontar. Tienen la obligación de fomentar nuevos liderazgos, de retomar planes de formación en su juventud y crear una base sólida de militancia y/o activismo no clientelar. Pero lo más importante, cercano a la gente. Muchos me critican por decir que los partidos no buscan conciencia ciudadana sino apoyo popular; y es que ese último es el semillero ideal para que germinen conceptos como “lucha de clases” “desigualdad social”, entre otros. Lo mejor que saco de esta crisis por pandemia es la cantidad de emprendimientos que han surgido. Ser y sentirse “dueños de algo”, es lo que necesita un ser humano para desarrollar ciudadanía. ¡Dios, familia y propiedad!, no se olviden de esto mis estimados actores políticos cuando pretendan enseñar que son capaces de cambiar algo en el plano político – social.
Sandy Ulacio García
Periodista, asesor y analista político
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