Victor Jiménez Ures: #FelizDíaDelPadre

Victor Jiménez Ures: #FelizDíaDelPadre

Le planteé a un amigo que escribiría este artículo, y su respuesta fue tan transparente, que merece la pena su reproducción textual: “¡Pero Chico! ¿Cómo vas a ponerte a escribir sobre el día del padre, no ves que el país se está cayendo a pedazos, que la operación alacrán sigue, que la gente está desanimada, que el procurador renunció, que estamos infiltrados, que no hay trabajo, que la pandemia… que etc, etc, etc?” Y bueno… en parte tiene razón (y se la di), pero, por otro lado, está la cuestión de que escribir y opinar sobre lo que todo el mundo escribe y opina, es llover sobre mojado: más de lo mismo.

Entonces tenemos el Día del Padre, comercialmente identificado con las parrillas (impagables para la mayoría) y las camisas, corbatas y zapatos (igual de impagables); y como nos sucede con la Navidad, y en general con la mayor parte de este tipo de fechas, la delimitamos a la mera celebración del evento comercial, pasando por alto su significancia para nuestra sociedad. Sobre todo en estos días tan duros.

Es que el núcleo de la sociedad es la familia, gústele a quien le guste; y las familias no deberían estar completas sin un padre. Aunque las hay, y vaya a ellas todo el reconocimiento. De hecho, quien suscribe perdió a su papá a los tres años de edad, víctima de un agresivo cáncer pulmonar, recayendo toda la crianza en mi madre y mis hermanos. Pero no es el deber ser, y no debemos normalizarlo, mucho menos idealizarlo.





Uno de los problemas más graves de nuestra sociedad, culpable en buena medida de miles, sino millones de familias disfuncionales, de conflictividad social y ¿Cómo no? de revanchismos políticos que solo atraen más y mayores sufrimientos, prolongando la rueda de la venganza social; es la irresponsabilidad masculina. El ejercicio de una sexualidad irresponsable, machista y aprovechada, que defrauda la buena fe de las mujeres, multiplicando los embarazos no deseados, regando madres solteras por doquier y propiciando millones de abortos.

¿Porqué el cuerpo de la mujer es considerado un templo, susceptible de ser manchado, y el cuerpo del hombre es comparado eufemísticamente con un colibrí, que puede “ir de flor en flor”? Todo comienza en casa, y en eso ha de decirse que el machismo es casi siempre aprendido a muy corta edad, y reforzado por una sociedad autodestructiva. ¿Quiénes les enseñan a los varoncitos que está bien tener muchas “noviecitas” y les aplauden cuando las llevan a la casa? Desde luego, esta visión de la sexualidad masculina, a nuestro criterio errada, genera la aparición de corrientes políticas que buscan la igualización enfocada en el abandono de la moral y el menosprecio a la vida, sumergiendo a la sociedad entera en una vorágine de antivalores, francamente peleados con la dignidad inherente a la condición humana, que lejos de solventar los problemas, los agrava todavía más.

¿Quiere que las cosas cambien? Empiece cambiando Usted mismo, y también las cosas que le enseña a sus hijos. Conviértase en un multiplicador de moral y de conciencia. Enséñele a sus hijos e hijas, a respetar, y a respetarse; a valorar la vida propia, y la ajena. Muéstreles la importancia de la responsabilidad de sus actos, y practíquelo usted mismo, para que no se le olvide. Sea agente de cambio positivo…. y es que no todos los cambios son buenos, eso es un mito que también debemos desmontar.

Este y todos los días del Padre debemos reconocer la valentía de quienes sí se atrevieron a responsabilizarse de sus actos, de aquellos que optaron por la moral y decidieron no relativizar la vida y el amor, adaptándolos a su conveniencia. Hoy, saludamos a todos esos hombres que decidieron formar una familia y criar a los niños que heredarán nuestro mundo, que, nutridos con el ejemplo, la constancia, el amor y la abnegación de sus padres, harán de éste un lugar mejor.

A todos los que se fueron, los que están, y los que vendrán: Gracias.

¡Feliz día del Padre!

Dios Bendiga a Venezuela.

@VjimenezUres