La venta de enlatados ha caído en los comercios, debido a los altos precios que han tenido en los últimos meses. Consumidores recuerdan que una lata de atún, sardina o diablito eran el salado para acompañar cualquiera de las tres comidas.
Por laverdaddevargas.com
Señalan que un diablito pequeño cuesta por encima de una pensión y “no voy a comprarlo porque no rendiría para rellenar todas las arepas”, expresa Gregorio Carmona.
“Un diablito no faltaba en la mesa. Ahora tengo años sin saber que es comer uno, ya que realmente la pensión no alcanza y cuando la aumentan en días se vuelve a devaluar”.
Otros enlatados como la sardina quedaron en 288.000, la pepitona en 350.000 y el atún grande en 954.000.