Cohete cargado de combustible, sistemas probando e ingenieros desconfinados tras pasar la cuarentena en Japón. La misión especial de Emiratos Árabes Unidos a Marte, “Hope” (Esperanza), apura los preparativos para la primera misión árabe al planeto rojo.
Tuvieron que llegar en abril, tres meses antes de lo previsto, para guardar celosa cuarentena y poder estar listos para que el día 14 de julio a las 5.51, hora de Japón (20.51 GMT), la sonda pueda ser lanzada.
Y están trabajando duro en ello. El jefe de la misión, el ingeniero Omran Sharaf, indicó el jueves en una conferencia de prensa telemática que se están realizando los test para finalizar la puesta a punto y que continuarán hasta el día del lanzamiento del cohete, que ya está cargado de combustible.
“Hope” será la primera misión en mostrar una imagen completa de la atmósfera del planeta rojo, según la misión emiratí, y supondrá la incorporación de Emiratos Árabes Unidos (EAU) al selecto club de países que han puesto una sonda en órbita alrededor de Marte, adonde ya han mandado misiones Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea, China e India.
El proyecto emiratí fue anunciado por primera vez en julio de 2014 y un año después las autoridades precisaron que la sonda estudiará el clima y la atmósfera de Marte, además de arrojar luz “sobre las causas que llevaron a la desaparición del agua y a las oportunidades de que haya vida en el planeta rojo”.
Pero la misión tiene un simbolismo enorme para toda la región.
Hoy el director de la Agencia Espacial de EAU, Mohammed Nasser Al Ahbabi, afirmó que este no es un proyecto exclusivamente emiratí: “No estamos centrados solo en EAU sino en toda la región árabe; necesitamos transmitir esperanza respecto al futuro y que las cosas pueden ser mejores. Por eso invertimos en esta misión”.
Además, el pequeño país del golfo Pérsico está “moviéndose hacia la promoción de la economía espacial, en la que el espacio contribuirá a la economía” de EAU, agregó Al Ahbabi.
Mientras tanto los ingenieros siguen apurando detalles. Sharaf explicó que finalmente la sonda tendrá una estructura de dos paneles rectangulares solares en lugar de los tres hexagonales iniciales para “reducir riesgos”.
El artefacto sin embargo aún no ha sido alojado en el cohete, un paso que se producirá más adelante, al igual que los cambios de baterías.
“Ya hemos desarrollado las herramientas para analizar los datos, de forma que cuando la misión llegue a Marte, tendremos lo que necesitamos para responder a los interrogantes científicos”, explicó por su parte Mariam Al Shamsy, científica jefe de la misión.
Al Shamsy afirmó que esos datos serán compartidos internacionalmente a través de una plataforma.
Los científicos esperan poder responder a preguntas sobre el planeta, la falta de hidrógeno y oxígeno, la forma en que se distribuye el polvo, las nubes de hielo, el vapor y la estructura de la atmósfera de Marte.
La sonda fue ensamblada en la Universidad de Colorado Boulder, aprovechando sus instalaciones y después fue enviada a Dubái, desde donde viajó a la isla nipona de Tanegashima a mediados de mayo en un Antonov 12, el avión más grande del mundo.
La COVID-19 también afectó a los tiempos de desplazamiento de la propia sonda a Japón antes de lo previsto.
La misión tiene previsto llegar a Marte el año próximo, en coincidencia con el 50 aniversario del nacimiento de EAU.
La misión pasará a la historia por ser la primera enteramente árabe, 35 años después de que el primer astronauta árabe, el saudí Sultan bin Salman al Saud, fuera al espacio a bordo de una nave estadounidense.
EFE