El presidente Donald Trump insiste en que las escuelas vuelvan a abrir este otoño. Muchos padres, educadores, médicos y economistas quieren lo mismo. Pero hacer que los niños vuelvan a la escuela de manera segura podría significar mantener cerrados lugares de alto riesgo como bares y gimnasios.
Por: Ap News
Un creciente coro de expertos en salud pública está instando a los funcionarios federales, estatales y locales a reconsiderar cómo están reabriendo la economía en general, y a priorizar las escuelas K-12, un esfuerzo que probablemente requerirá cerrar algunos otros establecimientos para ayudar a frenar la propagación del virus y dar a los niños la mejor oportunidad de regresar a las aulas.
“Necesitamos pensar cuáles son nuestras prioridades como sociedad, y algunas otras cosas pueden tener que esperar”, dijo Helen Jenkins, epidemióloga de enfermedades infecciosas en la Universidad de Boston. “Creo que los encargados de tomar decisiones deben tomar decisiones difíciles”.
Las escuelas son cruciales para las comunidades en formas que van más allá del aprendizaje básico. También brindan a los niños amigos, alimentos y otros sistemas de apoyo. La Academia Estadounidense de Pediatría apoya firmemente a los niños que regresan físicamente a las aulas.
Las escuelas también son una parte clave para poner en marcha la economía, dijo David Rothschild, economista de Microsoft Research.
“Es lo que permite que tantos adultos, especialmente personas sin muchos medios, vuelvan a trabajar”, dijo Rothschild. “Existe este enorme efecto aguas abajo en el corto plazo de lograr que la gente regrese a la escuela, lo que tal vez no puedas decir de la misma manera para bares y restaurantes”.
Pero si una comunidad tiene un alto nivel de infección, los expertos en salud pública dicen que reabrir las aulas será riesgoso, incluso si las escuelas intentan exigir máscaras y seguir las pautas de distanciamiento social.
Cientos de niños y personal han sido infectados en brotes de COVID-19 vinculados a ceremonias de graduación y campamentos de verano, incluso en Missouri, Texas, Louisiana, Georgia, Carolina del Norte, Tennessee, Nueva York y Florida. Los organizadores de al menos uno de los campamentos dijeron que estaban siguiendo las pautas emitidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Es por eso que es tan importante, dicen los expertos, considerar a la comunidad en general y no pensar en las escuelas como sistemas cerrados, sin verse afectados por lo que el virus está haciendo fuera de sus paredes.
Los niños tienen menos probabilidades de enfermarse gravemente que los adultos, y no hay mucha evidencia de que los niños estén impulsando la transmisión, dijo Jennifer Nuzzo, epidemióloga de la Iniciativa de Análisis de Pruebas COVID-19 de la Universidad Johns Hopkins. Aún así, existe el riesgo de que puedan transmitir el virus a otros, incluidos los maestros o las personas vulnerables con las que viven.
“Esa es una razón para pensar en cómo mejorar la seguridad y reducir el riesgo en los entornos escolares”, dijo Nuzzo. “Esas medidas y el movimiento para reabrir las escuelas deben proceder antes que los entornos de mayor riesgo” como bares, restaurantes, gimnasios y otros espacios interiores “donde los adultos están abarrotados y les resulta difícil distanciarse socialmente”.
Si se puede reducir la transmisión en la comunidad en general, dijo, será más seguro que las escuelas se reúnan.
“Deberíamos priorizar la reapertura de esos espacios públicos que tienen beneficios conocidos y bajos riesgos”, dijo Nuzzo. “Y creemos que las escuelas son uno de esos”.
Incluso antes del impulso de Trump esta semana, los demócratas y los expertos en salud pública ya estaban hablando de lo importante que es para los niños regresar a las aulas.
Cuando la gobernadora demócrata de Kansas, Laura Kelly, emitió una orden ejecutiva la semana pasada que requería máscaras, le dijo a los líderes legislativos que era porque quería reabrir las aulas. La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, demócrata, hizo comentarios similares cuando cerró los asientos en el interior de bares en algunas áreas después de los brotes.
Y la gobernadora demócrata de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, citó a las escuelas cuando dijo que habría una aplicación más agresiva y multas para las personas que no cumplan con el requisito de máscara del estado.
“Los niños de este estado y los estudiantes merecen la oportunidad de volver a la escuela”, dijo Grisham.
Los republicanos también han estado hablando de eso. El vicepresidente Mike Pence, que visitó Arizona la semana pasada , elogió el cierre de bares, gimnasios y cines del gobernador republicano Doug Ducey. Pence ató los pasos al crecimiento económico y lograr que los “niños regresen a la escuela”.
La asesora de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, dijo a Fox News la semana pasada que las escuelas son esenciales para que las personas vuelvan a trabajar.
“¿Desea abrir los bares ahora o quiere abrir las escuelas y las guarderías en unas pocas semanas? Yo voto por lo último ”, dijo Conway.