Los astrofísicos han descubierto patrones de ondas de radio inexplicables emitidos por una fuerza invisible en el espacio profundo.
Por Daily Star
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Conocido como ‘Odd Radio Circles’ u ORC, se cree que pueden provenir de una estructura misteriosa de otra galaxia, invisible para los ojos humanos.
Las ondas toman la forma de explosiones de coloridos objetos circulares, que fueron señalados por las cámaras durante una encuesta realizada por el telescopio australiano de kilómetros cuadrados Array Pathfinder (ASKA).
A pesar de buscar una fuente óptica, infrarroja o de rayos X para los pulsos, no se pudo rastrear ninguno, dejando a los expertos desconcertados. Los investigadores han concluido que es un fenómeno nunca antes registrado, informa una revisión en Nature Astronomy.
“Los objetos aparecen en imágenes de radio como discos circulares iluminados por bordes de aproximadamente un diámetro de arco de arco y no parecen corresponder a ningún tipo conocido de objeto.
“Especulamos que pueden representar una onda de choque esférica de un evento transitorio extragaláctico, o el flujo de salida, o un remanente, de una radiogalaxia vista de extremo a extremo”.
“Se supone que de ninguna manera está conectado con un remanente de supernova: la estructura que quedó después de una explosión masiva de estrellas, se consideró como un posible resultado de una onda de choque esférica que surge de los vientos galácticos.
“Si bien esta es una posibilidad teórica, tal conmoción aún no se ha observado en otros lugares”.
Agregaron que es posible que los extraños discos representen una nueva categoría de un fenómeno previamente desconocido, “como los chorros de una radiogalaxia”.
No es la primera vez que se especula que extrañas señales de radio provienen de otra galaxia. En febrero se documentaron ráfagas rápidas de radio en el Experimento de Mapeo de Intensidad de Hidrógeno Canadiense (CHIME) en Columbia Británica.
Aquí, los científicos descubrieron una fuente de radio misteriosa, proveniente de una galaxia a unos 500 millones de años luz de nuestro sistema solar, enviando ráfagas de radio rápidas como un reloj.
El ciclo se extiende durante un período de aproximadamente 16 días, incluyendo 1-2 ráfagas por hora durante un período de cuatro días y luego un intervalo de 12 días antes de que comience nuevamente.
Dichas señales han alimentado durante mucho tiempo las teorías sobre la vida extraterrestre existente en otras partes del cosmos.