Más de medio millón de personas han participado en las elecciones primarias que celebra este fin de semana la oposición de Hong Kong, una participación récord interpretada como una contestación a la polémica Ley de Seguridad Nacional recientemente impuesta por Pekín a la región autónoma destinada, según sus críticos, a aniquilar a la disidencia.
Uno de los organizadores de las primarias, el ex diputado Au Nok Hin, ha dado el dato de participación correspondiente a las 18.30 horas del domingo para estos comicios en los que se escogen a los representantes del campo prodemocrático en las elecciones al parlamento autónomo hongkonés de septiembre, informa la cadena pública del territorio, RTHK.
Au ha destacado que esta inesperadamente alta participación garantiza la legitimidad de la votación y ha apuntado a que la cifra final de votantes podría superar los 600.000, muy por encima de los 170.000 que se habían planteado como objetivo. El anterior récord de participación está situado en los 570.000 que se consiguió en 2010.
Los 250 centros de votación cierran a las 21.00 horas y no se permitirá la participación más allá de esa hora aunque haya colas en el exterior de estos puntos.
Au ha subrayado la ausencia de incidentes durante el proceso, con la excepción de la presencia de simpatizantes de las autoridades en Wong Tai Sin. La Policía también ha “interferido esporádicamente” en el proceso con inspecciones en Amoy Gardens y Kowloon Bay para comprobar el cumplimiento de las normas de distanciamiento por el coronavirus.
Los resultados podrían ser divulgados en la noche del lunes como muy pronto, según Au, aunque podría retrasarse hasta el martes si el recuento se alarga.
Sin embargo, la sombra de la Ley de Seguridad amenaza estos comicios. El pasado jueves, el Secretario de Asuntos Constitucionales del Continente, Erick Tsang, avisó que los organizadores y participantes de las elecciones primarias podrían violar la nueva ley, al esgrimir que las encuestas podrían ser manipuladas.
El objetivo de estos comicios es el de elegir a candidatos capacitados para obtener la mayoría de escaños (35 o más) en las elecciones del Consejo Legislativo de septiembre, lo que les concedería un extraordinario mecanismo de defensa para protegerse de las imposiciones de Pekín.
Tres millones de personas acudieron a los colegios electorales el 24 de noviembre para las elecciones de 2019 del Consejo de Distrito de Hong Kong, lo que resultó en una victoria aplastante para la oposición, que obtuvo el control de 17 de los 18 Consejos de Distrito.
La nueva y amplia ley de seguridad nacional que China ha impuesto en Hong Kong con el objetivo de acabar con la oposición al gobernante Partido Comunista en la antigua colonia británica, es tan “devastadora” como temían algunos críticos, dijo el miércoles 1 de junio un activista de derechos humanos.
Concebida en secreto y aprobada el 30 de junio sin comentarios significativos de autoridades de Hong Kong, la ley establece un vasto aparato de seguridad en el territorio y otorga amplias facultades a Beijing para reprimir una variedad de crímenes políticos, entre ellos el separatismo y la colusión.
The New York Times elaboró una guía sobre las nuevas reglas:
-La ley impone a los manifestantes penas severas que incluyen prisión de por vida.
-La ley de seguridad, que comprende 66 artículos en más de 7000 palabras, está dirigida directamente a las enérgicas protestas antigubernamentales que han convulsionado a Hong Kong en el último año y prescribe severas penas a las tácticas que los manifestantes suelen utilizar.
-Bajo la nueva ley, dañar los edificios gubernamentales sería considerado un acto de subversión que amerita cadena perpetua en casos “graves”. El sabotaje al transporte sería una actividad terrorista punible con cadena perpetua si perjudica a otras personas o causa destrozos significativos a la propiedad, pública o privada.
-Los cuatro delitos principales previstos por la ley -separatismo, subversión, terrorismo y colusión con potencias extranjeras- se formulan de manera ambigua y otorgan poder extenso a las autoridades para atacar a activistas que critican al partido, dicen los activistas.