Para algunos, el capítulo criminal del exnarcotraficante Carlos Lehder Rivas quedó clausurado luego de que Alemania accedió a recibirlo, tras pagar 33 años de cárcel en Estados Unidos.
El 16 de junio, un día después de obtener su libertad, se esfumó en el aeropuerto de Fránc-fort, escoltado por miembros de una ONG que le tramitaron una especie de visa humanitaria y una ubicación secreta.
Y, aunque el registro mediático sobre su pasado, excentricidades, narcobienes y confesiones ante la justicia de Estados Unidos ya bajó, EL TIEMPO estableció que se están moviendo hilos judiciales y políticos para impedir que Lehder siga callando verdades claves sobre los crímenes y cómplices del sanguinario cartel de Medellín.
En 24 horas, el senador Rodrigo Lara Restrepo, hijo del asesinado exministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, le pedirá oficialmente a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que lo acepte como víctima del conflicto y proceda a buscar una declaración de Lehder.
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