En los últimos años, el sur del Orinoco ha sido protagonista de actividades ilícitas, corrupción, narcotráfico, minería ilegal y masacres en contra de los pueblos indígenas debido a la gran riqueza de piedras preciosas que allí se encuentran. La minería ilegal que emprende la dictadura de Nicolás Maduro ha amenazado la región del Caura en el estado Bolívar, ocasionando una gran crisis ecológica y social.
Por: CCN
Militares de la dictadura han comenzado nuevas instalaciones de balsas mineras de manera ilegal en el río Caura, con el fin de realizar actividades auríferas.
Las poblaciones más importantes de la zona son Maripa, en la margen derecha del Caura, cuyos habitantes y líderes de la comunidad han denunciado que el representante de la Corporación Venezolana de Minería que llegó a la entidad, no tiene la autoridad para otorgar los permisos para activar la minería de río en la cuenca baja del Caura sino el Ministerio del Ambiente con quienes ya han hablado.
La comunidad presentará un informe de denuncia sobre las operaciones de las balsas ensambladas y operativas, mientras se encuentran a la espera de una Comisión del Ministerio del Ambiente para exponer el caso, sin embargo, la misma no ha hecho acto de presencia en lugar, excusándose por la escasez de combustible.
Los líderes comunitarios han denunciado que están siendo amedrentados para no llevar adelante protestas y manifestaciones que puedan frenar o perjudicar al proyecto aurífero. Una de las preocupaciones es la presencia de grupos guerrilleros e irregulares que son los encargados de custodiar las balsas mineras.
El proyecto de explotación minera que se lleva a cabo en la cuenca baja del Caura continuaría generando un gran colapso ecológico,
Miembros de la comunidad denunciaron que ya se están llevando a cabo deforestaciones para ampliar los campamentos mineros en tierra donde se están armando las balsas. El régimen de Nicolás Maduro continúa su ecocidio en Venezuela, destruyendo sus riquezas naturales y desangrando al país.