Bolivia habilitó el martes para pacientes con covid 19 una clínica antes manejada por Cuba y luego ocupada por el gobierno de Jeanine Áñez instalado tras las renuncia de Evo Morales en 2019.
La clínica, ubicada en el exclusivo barrio de Achumani de La Paz fue inspeccionada por los ministros de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, y de Salud interino, Fernando López, también titular de Defensa, junto a algunos periodistas.
Consultado sobre si el hospital, de unas 40 camas, es de propiedad de Bolivia o Cuba, Murillo respondió que eso “es lo de menos”.
“Veremos cómo está anotado (…), veremos la parte legal, pero para nosotros ¿qué es importante?, que se salven vidas. Lo importante no es la política, lo importante es que se salven vidas”, añadió.
Murillo dijo que el establecimiento estará “al servicio de nuestros ángeles de blanco: médicos, enfermeras” durante la pandemia.
“Lo que estaba al servicio del fugitivo Evo Morales, solamente de él y de su rosca narcocorrupta terrorista, a partir de la próxima semana estará al servicio del pueblo”, apuntó Murillo.
López agregó que la presidenta Jeanine Áñez quiere que el hospital nuevamente “esté funcionando en diez días como máximo”.
Morales (2006-2019), quien se refugió primero en México y luego en Argentina, fue intervenido en dos ocasiones en esa clínica, en 2009 de una desviación del tabique nasal y en 2018 de un tumor en la garganta.
Bolivia, con 11 millones de habitantes, registra a la fecha más de 60.000 infectados con covid-19 y supera los 2.200 muertos.
Tras la renuncia de Morales en noviembre de 2019, La Paz rompió relaciones en enero de este año con La Habana tras expulsar a los diplomáticos cubanos alegando “permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el gobierno (boliviano) y su proceso democrático”, según dijo entonces el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez.
Abierta a inicios del mandato de Morales, la clínica fue ocupada por el gobierno transitorio luego de que Áñez asumiera el poder y estaba sin funcionar. Anteriormente atendía a médicos y residentes cubanos y algunos bolivianos vinculados a Cuba.
AFP