Las autoridades cubanas no permiten desembarcar a los 29 marineros del carguero Aquila, con bandera de Liberia, matriculado en su capital, Monrovia, en 1999, y gestionado por una compañía griega, que trabaja en Cuba desde 2016. “Antes hacía viajes a Curazao, Venezuela y regresaba a la Isla. Ahora cargamos el crudo en Matanzas y lo distribuimos sólo en Cuba. El buque lleva más de tres años sin salir de aquí”, comenta a CiberCuba un marino de a bordo.
Por: CiberCuba
Los tripulantes, de origen ruso, ucraniano y venezolano, llevan entre cinco meses y un año sin pisar tierra, pese a que se dedican a abastecer de petróleo varias plantas eléctricas del país. Cargan crudo en Matanzas y descargan en los puertos de Nuevitas, Cienfuegos y Santiago de Cuba. Todos menos La Habana. “No dejan que el barco toque ciudades con Covid. De verdad que nos han protegido. Por esa parte no nos podemos quejar. Una vez estuvimos a punto de salir para El Mariel y al final no se hizo”, añade a CiberCuba este trabajador, que prefiere mantenerse en el anonimato para evitar represalias de la naviera que le contrata.
“Aquí estamos como en prisión. Tenemos comida para sobrevivir y aunque no es lo peor, no es muy buena. Llevamos más de cinco meses sin bajar a tierra y necesitamos permiso del Ministerio de Transportes de Cuba para sentirnos seres humanos normales”, comenta a este portal.
El capitán del buque les ha explicado que sin la autorización del Gobierno cubano no pueden desembarcar, pero no les ha dado detalles sobre los argumentos oficiales esgrimidos para vetar que la tripulación baje en Santiago, donde están fondeados ahora. “Lo entendería si viniéramos de afuera, pero ya antes de que comenzara la pandemia no tocábamos tierra. No nos han hecho pruebas de Covid 19, pero no estamos enfermos, ninguno. Las personas que estamos aquí nunca hemos tenido contactos con el exterior. Necesitamos que alguien nos ayude para que nos permitan bajar y tener una vida más normal, más saludable”, añadió.
Para leer más, pulse aquí.