China ordenó este viernes el cierre del consulado de Estados Unidos en Chengdu (suroeste), tres días después de que Washington hiciera lo propio con el consulado chino en Houston, con ambas potencias acusándose mutuamente de espionaje.
Los estadounidenses deberán cerrar su representación diplomática en la gran ciudad de Chengdu, anunció el ministerio chino de Relaciones Exteriores, en el último episodio de una escalada sin precedentes entre las dos potencias del Pacífico.
Esta decisión constituye “una respuesta legítima y necesaria a las medidas no razonables de Estados Unidos”, recalcó el ministerio en un comunicado.
“Algunos empleados del consulado de Estados Unidos de Chengdu se han librado a actividades que van más allá de sus funciones, se han inmiscuido en los asuntos internos de China y han puesto en peligro la seguridad e intereses chinos”, acusó ante la prensa el portavoz del ministerio, Wang Wenbin.