“Hemos conocido la difícil situación que enfrentan nuestros colegas en el Hospital Razetti ante el incremento de los Casos de Covid en nuestra entidad informó el médico, Claudio Luna, miembro de la dirección regional de Alianza Bravo Pueblo (ABP) en Anzoátegui. El galeno relató que un grupo de médicos residentes del Razetti, emitió un comunicado dónde refieren estar siendo víctimas de presiones para que entren a la sala de Covid-19 sin contar con los equipos necesarios para ello, sin protocolos ni materiales de bioseguridad. Agregó que son muchos los colegas médicos contagiados con el covid-19 producto en parte de que han hecho su trabajo sin el equipamiento de bioseguridad idóneo para atender a los enfermos en el referido centro asistencial.
“Hacemos un llamado a la Dirección del Hospital, para que dote a los Galenos de los insumos necesarios para enfrentar esta contingencia de manera adecuada ya que llegará el punto en que de seguir enfermando los profesionales de la salud no vamos a contar con el material humano para enfrentar una crisis que apenas comienza a ser visible y hacemos votos para que las autoridades del Hospital no incurran en violencia institucional al pretender que los médicos residentes que están sanos, ingresen a la sala donde están los pacientes con covid-19 sin proporcionarles los equipos de bioseguridad que se requieren para que realicen su trabajo”.
El galeno abepista indicó que los médicos residentes no se han negado a atender a los pacientes pero exigen que se les dote de los equipos necesarios para poder hacerlo sin que ello exponga su salud, sus vidas y las de sus familiares.
Indicó el Dr. Luna que los residentes han agotado todos los canales regulares para exponer su situación, comunicando la gravedad de lo que sucede a las doctoras Tibisay Triana, Directora del Hospital Razetti de Barcelona, María Alfonso, Jefa del servicio de anestesiología, Thaidé Pulgar, Coordinadora docente del posgrado de anestesiología de la UDO Anzoátegui, Lcdo. Edison Hernández, delegado de salud e higiene laboral HURL. Igualmente a las doctoras Flor Aguiar y Elisanny Sánchez, y demás autoridades del Colegio Médico del Estado Anzoátegui, sin que hasta el momento ninguno de los entes mencionados se haya pronunciado con una respuesta satisfactoria a sus justas demandas de las que dependen su salud y sus vidas.
Por eso desde ABP hacemos un llamado al gobernador del Estado Anzoátegui, Ing. Antonio Barreto Sira para que intervenga en este conflicto dado que su investidura lo hace el responsable de la política de salud del Estado. “Sabemos que la situación es complicada y que escasean los recursos pero el punto básico en estos momentos es preservar la salud de los médicos que son el punto de choque contra el coronavirus pero sugerimos pedir apoyo a organismos internacionales como la OPS, ONU, OEA, OMS, Unión Europea, y otros para que nos apoyen con insumos, medicamentos y material de Bioseguridad, así como con la asesoría sobre protocolos para enfrentar de forma efectiva está Pandemia” precisa.
Por otra parte, apunta, pedimos a la comunidad acatar las normas de distanciamiento social, lavado de manos, uso de trajes de Bioseguridad, y en definitiva uso del sentido común ya que la vida de nosotros y de nuestros familiares depende de la limitación del contagio a través del acatamiento de dichas normas.
Finalmente exhortamos a las autoridades regionales a brindar todo el apoyo necesario al cuerpo médico que enfrenta esta terrible pandemia, y entiendan que ante el grave déficit de profesionales de la salud no nos podemos dar el lujo de seguir contando bajas dentro de las filas del gremio de médicos, enfermeras y camilleros. Es importante que las autoridades iniciando por el Gobernador Barreto Sira asuma está responsabilidad, y evite el acoso al personal médico, lo cual queda claro en la doctrina que exponen organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que define la violencia como “el uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona, un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muertes, daños psicológicos, trastornos de desarrollo o privaciones”.
Por su parte la Organización Internacional del Trabajo (OIT), agrega que “cuando se ataca, degrada a una persona dentro del marco de su trabajo o debido directamente al mismo”, se considera violencia laboral. La violencia institucional se conceptualiza como la vulneración del derecho de protección a la seguridad y salud de los trabajadores y/o deterioro del medio ambiente laboral. Así mismo implica el conocimiento de las organizaciones de colocar a sus trabajadores en situaciones peligrosas o violentas, permitiendo que un clima de intimidación o acoso prospere en el trabajo”, como es el caso que informamos.
Nota de prensa