El maltrato animal y la cacería furtiva son actos que han ido en aumento en Venezuela. Y con ello la preocupación por la calidad de vida animal, pues en los últimos meses las redes sociales han servido de plataforma para la denuncia de algunos casos de maltrato. También han sido utilizadas para la exposición, por parte de los mismos agresores, de las imágenes más crueles de tortura a sus víctimas.
Por Karla Pérez Castilla / El Nacional
En el país, la evolución normativa en torno al reconocimiento de los derechos de los animales desde todos los aspectos jurídicos -civil, administrativo y penal- ha sido poca. Las leyes se ven afectadas por los vacíos en cuanto a la penalización por los delitos de atentar contra la fauna silvestre y, en el caso de maltrato animal, esto solo tipifica como falta.
La crueldad hacia animales es considerada como la antesala a la violencia social y tiene diferentes tipos que se relacionan entre sí. Muchas veces es llevada a cabo como respuesta emocional de indiferencia o la obtención de placer en el sufrimiento. En estos casos, las personas se aprovechan de su supremacía para agredir a los seres vivos que se encuentran en un nivel de inferioridad.
En lo que va de año muchas de esas agresiones se hicieron virales en Internet y, a su vez, generaron rechazo por parte de los usuarios.
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