El Centro Nacional de Huracanes canceló el domingo todos los avisos de tormenta tropical a lo largo del sur de la Florida, mientras la debilitada tormenta Isaías sigue moviéndose frente a la costa en dirección norte-noroeste.
Según el boletín emitido por el Centro Nacional de Huracanes a las 11 a.m. del domingo, Isaías tiene vientos sostenidos máximos de 65 millas por hora y el centro de la tormenta se ubica a unas 55 millas al sureste de Fort Pierce. El sistema se desplaza en en dirección norte-noroeste a razón de 8 millas por hora.
La interacción con islas de Bahamas, la llegada de aire seco y el viento fuerte en altura debilitó a Isaías y le hizo perder estructura durante la tarde y noche del sábado, por lo que el CNH ya no espera que recupere su categoría de huracán.
El Centro Nacional de Huracanes descontinuó todos los avisos de tormenta tropical al sur de Jupiter Inlet. Se mantiene un aviso de tormenta tropical de Jupiter Inlet al norte hasta South Santeee River, en Carolina del Sur.
De igual forma, una vigilancia de marejada ciclónica esta en efecto desde Jupiter Inlet (Palm Beach) hasta Ponte Vedra Beach, cerca de Jacksonville en el norte de Florida.
Declarada la emergencia por el gobernador
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, declaró el estado de emergencia para todos los condados a lo largo de la costa este del estado que comprende desde Miami-Dade hacia el norte.
Pero en el sur de la Florida, la ciudad de Miami ya anunció la reapertura de parques, piscinas, marinas y restaurantes al aire libre, que habían sido cerrados desde el viernes en la noche.
En la zona de Brickell que generalmente sufre inundaciones tras intensas lluvias ha reinado una aparente normalidad. Sin embargo, algunas de los apartamentos ya tenían las contraventanas de protección contra huracanes.
Bahamas vuelve a padecer un huracán
A horas de que Isaías impactara as Bahamas con fuerza de huracán, el gobierno de Bahamas advirtió a la población que se tomara la tormenta en serio sin olvidar que el país también se enfrenta a la pandemia de la COVID-19.
A su paso por las islas, ha ido dejando inundaciones y ha derribado tejados, con especial saña en la isla bahamense de San Salvador.
La empresa estatal de agua y luz ha cortado los servicios para mayor seguridad.
Sin embargo, no ha ofrecido cifras de cuántas personas se encuentran afectadas.
A partir del viernes se decretó un toque de queda de 10 de la noche hora local (02.00 GMT del sábado) a 5 de la mañana (09.00 GMT).
Los funcionarios de salud dijeron que una de las principales preocupaciones era la gran cantidad de sobrevivientes del huracán Dorian de categoría 5 que pasó hace casi un año, muchos de los cuales aún residen en Gran Abaco debajo de carpas en sus patios traseros.
Uno de esos residentes en Cayo Guana, en Abaco, dijo a Radio Bahamas que la tienda de campaña era el único refugio de su familia.
Beckylee Albury, de 36 años, dijo que ha renunciado a cualquier plan para protegerse de Isaías ya que con estos fenómenos “no hay nada que hacer. Ya lloré ayer y hoy”.
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