El 12 de junio de 1865, el Congreso promulgó una nueva Ley sobre el régimen monetario, estableciendo como unidad monetaria el “peso fuerte” de nombre “venezolano de oro” con la efigie del Libertador y el Escudo de Venezuela. Fue el presidente Antonio Guzmán Blanco, quién consolidó el régimen monetario venezolano por el Decreto de 31 de marzo de 1879, creando el “bolívar de plata” como unidad monetaria de Venezuela. El mismo Decreto prohibió la circulación de monedas extranjeras, que en lo sucesivo sólo se admitirían en su calidad de mercancías según su contenido del metal fino.
Esto fue un duro golpe al dólar estadounidense que circulaba en Venezuela. La moneda de plata venezolana circuló libremente desde 1879 hasta la década de los 70 del siglo XX, o sea más de 90 años. El sistema métrico decimal se instauró en el sistema monetario por necesidad, para eliminar el sistema europeo que usaba la relación de 1 kg de oro igual a 16 kg de plata.
Guzmán Blanco en 1886, autorizó a explotar las inmensas reservas de oro de El Callao, para proveer oro a la “Casa de Moneda”, donde se acuño el “bolívar de Oro”, llamado popularmente “pachano”, en alusión a su director, General Jacinto Regino Pachano.
Durante el siglo XX, el auge en la circulación monetaria tanto en los billetes como en las acuñaciones de oro y plata, trajo también un aumento de las reservas en oro, razón por la cual en la Constitución del 24 de junio de 1918, se decretó como unidad monetaria nacional: el “bolívar de oro”. Todos quisieron invertir en el país, y se inició una migración de personas de todos los rincones del planeta.
Para fines de 1929, se genera una campaña que logra una devaluación del bolívar frente al Dólar, ante un público que acudía a los bancos a cambiar su dinero. La paridad cambiaria se fija a Bs. 3,90 por dólar; pero eran tan grandes las reservas de oro e ingresos petroleros que tenía el país, que el “Bolívar” se revaluó en mayo de 1937, para ubicarse a Bs. 3,35 por dólar, patrón cambiario que se mantuvo inalterable por 23 años, como un record en las finanzas de una nación.
Venezuela en 1960 era la envidia del mundo, mientras el dólar estadounidense, la libra esterlina inglesa, el yen japonés, el marco alemán, y el franco francés, que constituían las naciones más poderosas del planeta, fluctuaban en el mercado cambiario, el bolívar no sufría ninguna variación. Era común oír en los mercados internacionales: “todos bajan menos el bolívar”.
Venezuela era el país con el orgullo de ser el único país que tenía monedas de plata. A principios de 1961, ante una crisis coyuntural en los mercados petroleros mundiales, el gobierno de Rómulo Betancourt establece un control de cambios para devaluar el bolívar en 4,30 por dólar; y la plata que caracterizaba el material por excelencia de nuestras monedas, fue sustituida por el níquel. Pero aun así, la fortaleza del bolívar era incuestionable en los mercados mundiales y nuevamente Venezuela impone otro record de 22 años sin fluctuación monetaria frente al dólar; que sumado a los primeros 23 años, nos convertimos en el único país que había logrado una estabilidad invariable de su moneda por 45 años.
¿No sería posible recuperar nuestro signo monetario, siguiendo esta idea de monetizar el oro que se extrae y poco se controla? ¡Venezuela tiene una inmensa y de las más grandes reservas mundiales de oro en su subsuelo!
(Del libro: “Venezuela, País Dorado del Caribe y la Amazonía”, pronto en Amazon)
@Enriqueprietos