La reestructuración del Barcelona comenzó a paso firme. Después de la destitución de Quique Setién como entrenador del primer equipo, Ronald Koeman llegó a la entidad catalana con la difícil tarea de depurar un plantel cargado de jugadores experimentados.
Luis Suárez fue la primera figura en caer. Según informaron los medios catalanes Sport y Mundo Deportivo, el holandés le comunicó al delantero, quien se encontraba de vacaciones, que no estará dentro de su proyecto y el objetivo de la dirigencia es buscarle un nuevo destino antes de la reanudación de los entrenamientos.
Por la misma vía y con el mismo motivo el ex técnico de la selección holandesa también habría hablado con el chileno Arturo Vidal para que se buscara un nuevo equipo ya que no contaría con él a futuro.
Los trascendidos fueron publicados por RAC1 y las hipótesis sostienen que el goleador charrúa tenía intenciones de seguir ligado al Blaugrana. Incluso en una de sus últimas declaraciones atacó ferozmente a sus críticos al afirmar que estaba tan comprometido como el día que arribó al club.
El Pistolero, que tenía contrato hasta el 30 de junio del 2021, más uno opcional en el caso de completar una cierta cantidad de partidos, deberá buscarse un nuevo club y delegar el tema financiero a sus abogados, quien se encargarán de negociar la rescisión del acuerdo que lo unía al cuadro culé.
Por otra parte, Sport, afirmó que el Barcelona facilitaría su salida y no pondría trabas. De hecho, aceptaría abonar un porcentaje de la ficha del delantero y lo dejaría negociar con total libertad con cualquier equipo al que quisiera recalar.
La misma situación es la que atraviesa The King, quien también acaba contrato a mediados del 2021. Sin embargo, Vidal pareciera tener un destino más asegurado ya que cuenta con varios pretendientes de la Serie A como el Inter o la Juventus de Andrea Pirlo.
El mediocampista de 33 años llegó al club en 2018 a cambio de 18 millones de euros y en tan solo dos años se convirtió en uno de los pesos pesados del plantel por su juego, su personalidad y su relación con los capitanes, sobre todo con Lionel Messi.
El delantero (de 32), en cambio, arribó al Barcelona en 2014 proveniente del Liverpool después de que se hiciera efectiva la transferencia a cambio de 80 millones de euros. En poco tiempo logró adaptarse al plantel y formar una fuerte amistad con La Pulga, con quien además protagonizó una temible dupla en ataque.
El uruguayo hizo historia en la institución, a tal punto de volverse un referente en el ataque azulgrana siendo el tercer máximo goleador de la historia del club con 198 goles por detrás de Lionel Messi (704) y César Rodríguez (232). Dentro de la institución catalana también consiguió 13 títulos: 4 Ligas, una Champions League, 4 Copas del Rey, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa y 2 Supercopas de España
“Se habla de algunos nombres que dio el presidente, de cambios que se pueden dar, pero nadie me dijo que quieran prescindir de mí; si este es el deseo del club estaría bien que el responsable que elija hable directamente conmigo”, señaló días atrás Luis Suárez en una entrevista con El País.
Esta decisión le abre las puertas al club para buscar un nuevo delantero para conformar el tridente. El apuntado desde hace tiempo es el argentino Lautaro Martínez, con el que se habían detenido las conversaciones para que pudiera centrarse en el tramo final de la Europa League, competencia en la que el Inter cayó en la final contra el Sevilla.
En el mediocampo, en tanto, el Barcelona ya cuenta con varios nombres como Riqui Puig, Trincao y Pedri (nuevos jóvenes refuerzos) o Miralem Pjanic, a quien adquirieron en un intercambio por Arthur con la Juventus.
La posible salida del uruguayo y el chileno provocarán una notable baja en la masa salarial que maneja hasta ahora el Barcelona. El ex Ajax es el tercer jugador mejor pago de la plantilla por detrás de Antoine Griezmann y Lionel Messi (con 15 millones de euros anuales). Mientras que el ex Bayern Múnich tiene una de casi 8,5 millones de euros.
Con la hipotética marcha de Luis Suárez y Arturo Vidal, el FC Barcelona comienza a concretar aquella advertencia de “reestucturación” que anticipó tras anunciar la destitución de Setién. Junto al uruguayo y el chileno, hay otros grandes nombres que caminan por la cuerda floja como el caso de Ivan Rakitic, Gerard Piqué, Jordi Alba y Sergio Busquets.
No es la primera vez que el técnico holandés asume la responsabilidad de renovar un plantel. Antes del recambio que había impuesto en la selección de los Países Bajos, en el Valencia había pedido la salida de Albelda, Joaquín y Vicente, quienes eran los líderes del Equipo Che.