El sargento Elder Fernandes, quien había denunciado abuso sexual en la base del Ejército de EE.UU. de Fort Hood (Texas), fue hallado muerto, ahorcado, ocho días después de su desaparición, en el tercer incidente de este tipo que se registra en esa instalación militar, informó la abogada de la familia, Natalie Khawam.
Khawam dijo que oficiales del Ejército llamaron a la familia el martes por la noche e informaron que se había hallado un cuerpo, colgado de un árbol, en Temple, unos 48 kilómetros al este de Fort Hood.
Una mochila negra hallada en el sitio contenía una tarjeta militar de identificación y un permiso de conducir a nombre de Fernandes, añadió la abogada.
Fernandes fue reportado como desaparecido el pasado miércoles luego de que fuera visto por última vez el 17 de agosto, cuando un sargento lo dejó en su casa ubicada en Killeen, según informó el Departamento de Policía de esa localidad.
El sargento había sido trasladado a una unidad distinta dentro de Fort Hood tras interponer una demanda por abuso sexual antes de que desapareciera, por lo que se habría abierto una investigación por “contacto abusivo sexual”, según dijo en una declaración Chris Brautigam, teniente coronel de Fort Hood.
“La cadena de mando toma todas las denuncias de acoso y agresión sexual muy en serio”, sostuvo.
Khawam es también la abogada de la familia de la soldado Vanessa Guillén, quien desapareció de Fort Hood en abril y cuyos restos mutilados se hallaron en junio.
Según los investigadores, otro soldado mató a Guillén y sepulto sus restos. El sospechoso se suicidó el 1 de julio, según la policía.
El mes pasado los investigadores localizaron en Killeen, fuera de la base de Fort Cruz, los restos del soldado Gregory Wedel Morales, desaparecido desde agosto de 2019.
En mayo, el soldado de primera Brandon Rosecrans fue asesinado en Harker Heights, y en marzo el especialista Freddy Delacruz lo fue en Killeen. EFE