Un hombre condenado por asesinar a un niño fue ejecutado con inyección letal este viernes, siendo el quinto preso federal al que se le aplica la pena de muerte en Estados Unidos en dos meses.
Keith Nelson, de 45 años, fue declarado muerto en la prisión de Terre Haute en el estado de Indiana (medio-oeste), dijeron sus abogados.
Nelson fue condenado a muerte en 2003 por secuestrar a una niña de diez años mientras la menor patinaba frente a su casa en Kansas en 1991.
La violó y luego la estranguló antes de abandonar su cuerpo en el vecino estado de Missouri.
La mayoría de los delitos en Estados Unidos son juzgado en tribunales estatales, algunos con permiso para aplicar la pena capital, pero los tribunales federales pueden ocuparse de casos más graves o delitos cometidos en múltiples jurisdicciones.
Los tribunales federales rara vez dictan la pena de muerte. Desde 1988 hasta julio, solo se había ejecutado a tres personas condenadas a muerte por la justicia federal.
Sin embargo, bajo la administración Trump -un defensor de la pena de muerte- se han intensificado las ejecuciones.
El multimillonario republicano, que lucha por conseguir la reelección en los comicios del 3 de noviembre, aboga por que se amplíe el uso de la pena de muerte en particular para los condenados por matar a policías o niños y para los narcotraficantes. /AFP