Un dirigente del partido FARC fue asesinado por rebeldes del ELN en el norte de Colombia, con lo que ya son 225 los excombatientes muertos violentamente desde la firma de la paz en 2016, denunció la exguerrilla este domingo.
Jorge Iván Ramos, de 52 años, perdió la vida el viernes a manos de un grupo del Ejército de Liberación Nacional (ELN), reconocida como la última organización insurgente en Colombia, en el municipio de Montecristo, en el departamento de Bolívar.
El otrora jefe de un frente guerrillero “fue emboscado por cuatro hombres del ELN que lo amarraron, lo hicieron caminar una hora y luego lo asesinaron”, dijo a la AFP Édgar Viejo, también excombatiente y copartidario del líder asesinado.
Según su versión, el comando que interceptó el vehículo en que viajaba Ramos con su jefe de seguridad acusó al dirigente de izquierda de colaborar con los militares.
Ramos fue atacado cuando regresaba de inspeccionar una de las fincas que la disuelta guerrilla se comprometió a entregar dentro de los bienes destinados a la indemnización de las víctimas del conflicto armado.
El dirigente también estaba a cargo de la coordinación de un programa nacional de sustitución voluntaria de narcocultivos.
Las autoridades no se han pronunciado sobre este crimen que ocurrió en una zona bajo influencia exclusiva del ELN.
En un comunicado, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el partido surgido de los acuerdos que pusieron fin a un levantamiento armado de seis décadas, repudió la nueva agresión contra sus miembros.
“Exigimos que el asesinato (…) no quede impune. Que se proteja a los excombatientes de FARC y a toda la militancia de nuestro Partido. Que la Comunidad Internacional verifique y se pronuncie frente a este hecho”, enfatizó.
Con el asesinato de Ramos ya son 225 los excombatientes que firmaron la paz y han sido asesinados.
Bajo la verificación de la ONU, el acuerdo permitió el desarme de la que fuera la guerrilla más poderosa de América. Unos 13.000 hombres y mujeres abandonaron la lucha rebelde en el marco de un pacto que prevé justicia, verdad y reparación para las víctimas.
La fiscalía ha señalado como responsables de los asesinatos de excombatientes al ELN y a los disidentes de las FARC que se marginaron del acuerdo de paz, además de grupos financiados por el narcotráfico. AFP