Un estarcido que muestra el rostro del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, con un bigote al estilo del dictador alemán Adolf Hitler (1889-1945), fue estampado este martes en diferentes espacios públicos de Nicaragua, en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018.
Las pintas con la imagen del rostro de Ortega y con la leyenda “¡Se va!” fueron estampadas en al menos 123 de los 153 municipios de Nicaragua, según la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que se atribuyó la acción.
La operación, denominada “Preso 198”, para recordar el número de prisionero de Ortega cuando pasó siete años en la cárcel por asaltar bancos durante la dictadura de la familia Somoza (1937-1979), fue realizada la madrugada de este martes por las estructuras territoriales de la Alianza Cívica, según ese organismo.
El esténcil apareció en postes de energía eléctrica, señales de tráfico, rótulos comerciales, muros, bulevares, en monumentos sandinistas, e incluso en puertas de edificios públicos y de la misma Policía Nacional, según las imágenes divulgadas por la Alianza Cívica.
“Fue una acción cívica, pacífica y segura de protestar en contra de la dictadura, por la necesidad de un cambio en Nicaragua”, dijo a Efe el director ejecutivo de la Alianza Cívica, Juan Sebastián Chamorro.
JORNADA SIN CAPTURAS
Según el dirigente, más de 2.000 personas participaron en la operación “Preso 198”, cuya manifestación calificó de “exitosa” debido a que ningún opositor resultó detenido, en un país donde la Policía Nacional, desde septiembre de 2018, prohíbe toda expresión de rechazo contra el presidente Ortega o su familia.
“Sobrepasamos las expectativas, porque en protestas de este tipo hay temas de seguridad. No ha habido ninguna captura. Es parte de una planificación meticulosa y un sistema de información bastante planificado”, explicó el dirigente.
Esa manifestación se dio en el marco de la conmemoración del 41 aniversario de la Policía Nacional, llamada hasta 1995 como Policía Sandinista.
La Alianza Cívica fue la contraparte del Gobierno en una mesa de negociación con la que se buscaba una salida pacífica a la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018.
El presidente Ortega es señalado por organizaciones defensoras de los derechos humanos como responsable de la muerte cientos de personas en las protestas masivas en su contra, ocurridas en 2018.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha contado 328 muertos en el marco de la crisis de Nicaragua. Organizaciones locales reportan hasta 684 víctimas. Ortega admite 200, y argumenta que se defendía de un “golpe de Estado fallido”.
La oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) también ha reportado que en Nicaragua se han presentado arrestos injustificados, ejecuciones extrajudiciales, torturas, tratos crueles, violaciones sexuales, entre otros delitos, en el marco de la crisis.
La oposición exige que Ortega, quien lleva casi 13 años en el poder, deje la Presidencia y permita el retorno de la democracia.
EFE