Panamá suspendió desde este lunes la restricción de movilidad por género y suavizó el toque de queda instaurado para frenar la propagación de la COVID-19, unas medidas polémicas que generaron duras críticas hacia el Gobierno, por promoverlas, y a la Corte Suprema de Justicia, por su supuesta inacción.
Hombres y mujeres podrán compartir nuevamente a partir de hoy la calle, después de muchos meses, libremente y sin restricciones de horario, y con el inicio diario del toque de queda trasladado de las 19.00 a las 23.00 hora local, como antes, hasta las 5.00 de la madrugada.
Este es un paso más dentro del cronograma de reapertura gradual anunciado a finales de agosto por las autoridades a raíz de la mejora de los índices pandémicos tras una oleada de casos, que comenzó en junio y colocó a Panamá entre los países más afectados de la región por la COVID-19, que hasta ahora ha contagiado a 101.745 personas y matado a otras 2.166 en este país.
El Gobierno del presidente Laurentino Cortizo mantiene una campaña para que los ciudadanos observen con rigor las medidas de bioseguridad, y ha sostenido que ante un eventual nuevo crecimiento incontrolable de casos se restablecerán las restricciones, como ya ocurrió en inicios de junio luego de un primer intento de apertura.
Las autoridades de Salud han dicho que la mejora en la trazabilidad, las medidas de restricción oportunas y el comportamiento ciudadano han permitido frenar el ritmo de propagación del nuevo coronavirus.
En un recorrido por la capital panameña este lunes Efe pudo constatar que tanto hombres como mujeres transitaban con cautela usando mascarilla y manteniendo el distanciamiento físico, y al menos en la mañana no se vieron aglomeraciones de personas.
Este escena no es nueva, puesto que miles de salvoconductos (desde este lunes innecesarios ya) emitidos por las autoridades para los trabajadores de los sectores que nunca pararon, como alimentos, seguridad, sanidad y transporte, siempre mantuvieron gente en las calles, incluidos los trabajadores informales que viven de lo que obtienen día a día.
POLÉMICA RESTRICCIÓN POR GÉNERO
Desde el pasado 1 de abril, una semana después de instaurada la cuarentena nacional indefinida para frenar al nuevo coronavirus, regía la norma de que mujeres y hombres podían salir en días distintos, tres veces por semana cada género, y solo durante dos horas al día dependiendo del número de identidad personal.
Esta medida fue muy criticada por activistas de derechos humanos locales e internacionales, que denunciaron malos tratos y abuso policial contra la población trans, mientras que el Gobierno la mantuvo argumentado que era la vía expedita para sacar de las calles al 50 % de la población.
El presidente de la Fundación Iguales Panamá, Iván Chanis, le dijo este lunes a Efe que era “una buena noticia” la suspensión de la medida de restricción por género, pero lamentó que el Gobierno “no haya tenido la capacidad de reconocer que toda política pública debe tener una perspectiva de derechos humanos”.
“La ausencia esa perspectiva en las políticas públicas es como ir 20 años atrás (…) Terminamos esta cuarentena por género sin una real disculpa o con acciones concretas de introducirla en las decisiones de este Gobierno”, añadió este abogado.
CUESTIONADO TOQUE DE QUEDA
La instauración del toque de queda el pasado 18 de marzo y de otras restricciones a la movilidad posteriores fueron demandados ante la Corte Suprema de Justicia panameña, que hasta ahora no ha emitido ninguna decisión sobre las pocas que ha aceptado tramitar.
“Es lamentable que la Corte no haya jugado su papel. Es lamentable que en un Estado de Derecho, el ente que controla por virtud de la Carta Magna los actos de la Administración no se haya pronunciado, al menos hasta este momento. Han pasado muchos meses y pudo haber sentado jurisprudencia, avalando o no las decisiones del Gobierno, de manera pronta y efectiva”, comentó a Efe el constitucionalista Ernesto Cedeño.
Ante la posibilidad de que se reinstauren las medidas de restricción por una nueva desbandada de casos, el experto opinó que la Corte Suprema no decidirá en contra de las medidas aprobadas por el Ejecutivo durante la pandemia.
“Panamá no es como en otros países, en los que se aspira y se respira una independencia del Poder Judicial. Me sorprendería gratamente que jugara un papel diferente. pero la impresión que me da es que si no ha resuelto hasta este momento, si lo hace a posteriori, va a ser en favor del Gobierno”, agregó.
EFE