Mauricio Claver-Carone, hasta ahora asesor para las Américas del presidente de EE.UU., Donald Trump, defiende su elección como nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y asegura que dedicará su gestión a evitar que la región se enfrente a “otra década perdida”.
En una entrevista con Efe, el funcionario de origen cubano repasó este lunes el proceso que lo llevó a convertirse en el primer estadounidense al frente de ese organismo y las perspectivas de su gestión, que anticipó será solo de cinco años.
Después de la polémica que levantó su postulación, sobre la que llovieron críticas que él cree que estaban dirigidas contra su nacionalidad y no por sus propuestas, Claver-Carone llama a cerrar ese capítulo y enfocarse en trabajar para que la región se recupere de la crisis de salud que ha supuesto la pandemia del corovanirus y de la crisis económica por el impacto de las medidas para prevenir su propagación.
Anticipa que entre sus prioridades a corto plazo están la digitalización y priorizar la conectividad de las áreas rurales, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas como el motor de las economías y la movilización de recursos del sector privado, para incentivar las inversiones en los países de la región.
PREGUNTA: La Cancillería argentina dice que 16 miembros se abstuvieron en la votación del sábado, entre ellos cinco de la región: Argentina, Chile, México, Perú y Trinidad y Tobago. ¿Cómo recibe la abstención de estas economías de la región en el momento de su elección?
RESPUESTA: Yo creo que es importante que pongamos todo en contexto con las elecciones históricas del BID. En el 2005, cuando fue el primer término de la primera vez que aspiró Luis Alberto Moreno, ganó con el 56 % de los votos de los accionistas y con el apoyo de 20 de los 28 países de la región.
El sábado, yo gané con 67 % de los accionistas en total y con el apoyo de 23 de los 28 miembros de la región. Cuando (el mexicano Antonio) Ortiz Mera aspiró en el 71, recibió el 72 % de los votos. Así que no es contencioso ni es diferente de que obviamente haya diferencias en una elección a la Presidencia del BID.
Obviamente esta elección ha recibido más atención debido a que soy de Estados Unidos y que soy el primer hispano de Estados Unidos, un hispano-estadounidense diría, que aspiró y que tuvo la oportunidad de ganar, pero no hay diferencia en ese sentido.
(…) En toda la campaña no hubo ni un país, en ningún momento, que discrepó de la agenda que propuse, de la visión que propuse y de lo que aspirábamos lograr en estos tiempos excepcionales y con la gestión que nos proponemos. Lo único que se habló era de mi nacionalidad.
Por lo cual yo eso lo veo como francamente no solamente un mandato con el apoyo de las dos terceras partes de los accionistas y de la abrumadora mayoría de los países de la región hacia mi candidatura en completo, pero francamente un consenso hacia lo que es la agenda, la visión que hemos propuesto para nuestra región, eso es muy positivo.
Para los países que se pronunciaron con algún tipo de preocupación o de discrepancia diría mejor con mi nacionalidad, hemos ya tenido esas conversaciones. Yo hablé ayer ya con el presidente (Alberto) Fernández, (…) hablé con el presidente (Sebastián) Piñera esta mañana (…) hablé con el presidente (Carlos) Alvarado de Costa Rica (…) y con México, con su canciller (Marcelo Ebrard).
PRIMERAS DECISIONES
P: ¿Cuál va a ser la primera decisión después de que se presentara como el candidato de la renovación del BID? ¿Qué va cambiar, qué va a mantener, cuáles van a ser los primeros movimientos?
R: La visión de gobernanza que hemos propuesto es que le vamos a regresar el poder a la junta de directores y gobernadores del BID. Van a ser los directores y los gobernadores quienes no solamente van a proponer la agenda, (sino) con quienes se va a consultar mejor que antes, quienes van a tomar las decisiones importantes para institucionalizar las propuestas que saquemos en ese sentido.
A corto plazo, lo inmediato que llevaremos a cabo es incorporar, tomar decisiones conjuntamente en consulta con los directores para un nuevo equipo de liderazgo, un equipo dinámico, joven, representativo de todas las subregiones del hemisferio; ojalá lo que busquemos es los mejores candidatos que tengan representación de regiones que nunca han sido representadas en el liderazgo del BID, incluyendo Caribe y de Centroamérica.
Y la otra cosa que vamos a hacer inmediatamente, que ya lo hablé ayer con el presidente del Banco Mundial y lo hemos consultado y vamos a consultarlo con la directora del Fondo Monetario (Internacional) es tener una reunión para crear plataformas de países conjuntos entre las instituciones financieras internacionales. Vamos a hacer esa reunión inmediatamente, (…) aspiramos el 2 de octubre.
(…) También estamos llevando a cabo los primeros pasos, parte del mandato que recibí de la región, es comenzar una conversación sobre la capitalización, esa conversación tiene que empezar inmediatamente, el día primero, porque va a ser un proceso arduo, intenso y detallado y queremos que ese proceso concluya para aprobación final en la próxima reunión de los gobernadores en marzo en Barranquilla. Así que tenemos mucho trabajo también en ese sentido. Tenemos una agenda ambiciosa a corto plazo, pero con grandes retos que queremos cumplir.
P: En todos estos planes va a necesitar más apoyos, debido a que ha recibido muchas críticas. Por ejemplo, el expresidente chileno Ricardo Lagos dijo que su elección “carecía de legitimidad”, varios expresidentes señalaban que se rompió una “norma no escrita”. ¿Qué otros puentes habría que tender, qué otras acciones espera tomar para fortalecer ese trabajo que quiere acometer?
R. Cerremos un capítulo. Hablar a este punto, ponernos a hablar en esta coyuntura de expresidentes del pasado es contraproductivo y francamente una gastadera de tiempo. No es ni enfocarnos en la crisis actual que se está viviendo de la crisis de salud, la crisis económica, y es básicamente caer en una trampa, que es la trampa que nos quieren tender de seguir atrapados en un pasado que nos va a traer otra década perdida.
Yo uno de los puntos que dije específicamente en mi presentación: no permitiremos otra década perdida. Así que respeto la opinión de presidentes del pasado, pero eso es lo que son, presidentes del pasado.
Aquí estamos en el presente y en el futuro, aquí en el presente los Gobiernos de la región, abrumadoramente 23 de los 28 países votaron a favor de nuestra candidatura, de nuestro mandato y de nuestra visión.
Nadie ha criticado nuestra agenda y nuestra visión para nuestra gestión, así que tenemos la oportunidad para poder llevar a cabo esto conjuntamente y hacerlo de una manera positiva.
(…) Mi recomendación a los expresidentes que han criticado, si los expresidentes quisieren ser constructivos en este proceso, que no presenten simplemente críticas por mi nacionalidad, que presenten proyectos de cómo poder ayudar a la región a salir de la crisis de salud, de la crisis económica, la peor crisis económica en la historia de la región, es lo que estamos haciendo nosotros, es lo que están haciendo los Gobiernos en la actualidad y es francamente en lo que nos debemos enfocar en este momento.
NO ES UNA COMPETENCIA CON CHINA
P. Hay quienes han sugerido que su postulación a la presidencia del BID es parte de la estrategia de EE.UU. de cortar el avance de China en este organismo, básicamente después de que cambió la sede de la Asamblea. ¿Es así?
R. Aquí es básicamente un nuevo compromiso histórico de EE.UU. para ayudar a la región a salir de la crisis de salud y empezar una recuperación económica y poder nuevamente entrar en un periodo de crecimiento económico para nuestros vecinos. Que mientras nosotros crezcamos, que crezcamos todos juntos.
(…) En ese sentido, no hay competencia con China en la región. Si uno se pone a pensarlo, ¿no? Nosotros hemos sido, somos y estamos muy confiados en que seguiremos siendo -y hablando ahora como un funcionario de Estados Unidos- los socios de preferencia de la región.
Ahora bien, para ser un socio preferencial y para ser un socio bueno, tiene que estar presente: aquí lo que estamos haciendo nuevamente es decir presente. Aquí está Estados Unidos, queremos una relación mejor con nuestros vecinos, queremos ayudar a nuestros vecinos en la región.
Es un compromiso nuevo, un compromiso histórico, un compromiso de acercamiento renovado con la región, un realineamiento debido a la crisis de salud y a la crisis económica, un realineamiento que francamente ha sido recibido con bienvenida, que ha sido recibido positivamente por una gran mayoría de los países de la región.
(…) Estados Unidos tiene invertido un trillón de dólares en la región, China tiene invertido más de 100.000 millones, así que no es cuestión de competencia, es cuestión de asegurarnos y ayudar a nuestros vecinos a tener estabilidad económica que se traduce en estabilidad política y francamente que es bueno para todos en el vecindario donde vivimos.
EFE