Presidente de México realiza esfuerzo para vender rifa del avión presidencial

Presidente de México realiza esfuerzo para vender rifa del avión presidencial

Imagen de archivo. Un hombre mostrando su boleto de lotería para un premio en dinero equivalente al valor de un avión presidencial de lujo en México, mientras el Gobierno hacía el martes un esfuerzo final para vender los últimos cupones del sorteo que se celebra el 15 de septiembre en la Ciudad de México, México. 14 de febrero de 2020. REUTERS / Henry Romero

 

El gobierno de México realizaba el martes un esfuerzo final para vender boletos de un sorteo por el equivalente al valor del lujoso avión usado por el presidente anterior, en medio de críticas de que el plan había fracasado, pese a que una sola dependencia oficial compró 24 millones de dólares en cupones.

El sorteo se realizará el martes por la tarde y tendrá 100 ganadores de 20 millones de pesos (950,000 dólares). Hasta el lunes se habían vendido casi el 70% de los números de la rifa, dijo un funcionario de la lotería mexicana.

El premio total en efectivo por unos 2,000 millones de pesos (95 millones de dólares) se acerca al valor del Boeing 787 Dreamliner utilizado por Enrique Peña Nieto, que el actual Gobierno ha presentado como símbolo de exceso y corrupción en un país donde alrededor de la mitad de la población es pobre.

Después de que López Obrador fracasara en los intentos iniciales de vender la aeronave optó por realizar una lotería destinada a recaudar 3,000 millones de pesos (142 millones de dólares) para suministros hospitalarios.

“Ayer había colas (filas) en algunos lugares donde se venden boletos, en algunos expendios; creo que hoy también porque se cierra hasta las 02:00 de la tarde”, dijo el presidente el martes en su conferencia de prensa diaria, en la que agradeció a empresarios, dirigentes de trabajadores y al pueblo por haber comprado boletos.

“Vamos a disponer … de más de 2,000 millones de pesos para la compra de equipos y nos queda el avión que se va a vender también en más de 2,000 millones”, agregó al reiterar que los recursos serán usados para el sector salud.

El gobernante dijo en febrero pasado que confiaba en que se venderían los seis millones de boletos, de 500 pesos (unos 24 dólares) cada uno.

Desde entonces había indicios de que la idea del sorteo no era tan simple y varios columnistas de periódicos locales dijeron que el esfuerzo no valdría la pena si no se lograba la recaudación completa.

 

“CACHITOS” DE LA DISCORDIA

El Instituto de Salud para el Bienestar distribuyó boletos a 951 hospitales públicos, diciendo que deberían usar el dinero del premio para equipos médicos. Sin embargo, a un costo de casi 500 millones de pesos, los críticos cuestionaron por qué los fondos no se asignaron directamente para necesidades inmediatas.

“Para salvar vidas, las políticas públicas y las asignaciones presupuestales deben partir del conocimiento y los datos, no del azar y la propaganda”, escribió en Twitter el exsecretario de Salud Salomón Chertorivski.

El director del instituto de vivienda Infonavit, en una presentación en video, instó a los empleados por encima de un cierto nivel de salario a comprar entre cinco y 12 boletos cada uno antes del 4 de septiembre y mostrar su recibo a los gerentes, según un noticiero local de la cadena Televisa.

Un trabajador de Infonavit que compró nueve dijo a Reuters que la “invitación” parecía injusta.

“Muchos compañeros sentimos que era una obligación”, dijo el funcionario, que pidió no ser identificado. “Somos afortunados por tener trabajo, pero eso no quiere decir que debamos comprar boletos”, agregó.

Cuando se le preguntó si los trabajadores del gobierno tenían que contribuir, López Obrador dijo que la participación era voluntaria.

Algunos participantes de la lotería dijeron que estaban orgullosos de apoyar una buena causa.

Gerardo Díaz, de 63 años, cocinero en la ciudad fronteriza norteña Tijuana, dijo que si fuera seleccionado, enmarcaría el boleto ganador, que tiene la imagen del Dreamliner de 80 asientos, para mostrárselo a sus nietos.

“Para que los nietos cuando lo vean sepan que ya formamos parte de la historia en Mexico”, dijo. “Es más, hoy voy a ir a comprar otro cachito”, agregó.

Reuters

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