Un israelí fue condenado el miércoles a 42 meses de prisión por su participación en el asesinato de un bebé palestino y sus padres, fallecidos en el incendio provocado de su casa en 2015.
El hombre de 22 años, cuya identidad no fue revelada, era menor en el momento de los hechos. Se declaró culpable por participar en la preparación de un “crimen racista”, pero no por los asesinatos en sí.
La justicia lo había condenado en 2019 por “pertenencia a una organización terrorista”, refiriéndose a un grupo de colonos radicales que ponen en cuestión la autoridad del Estado israelí, pero aún no había establecido su sentencia.
La pena fue emitida el miércoles por el tribunal de Lod, en el centro del país.
“El tribunal tuvo en cuenta la confesión del menor a la vez que transmite el mensaje de que quien comete crímenes racistas y forma parte de una organización terrorista será castigado con la cárcel”, afirma un comunicado del ministerio de Justicia.
El condenado pasará aún 10 meses en prisión, pues ya cumplió el resto de su condena desde su arresto, precisó la justicia.
Sus abogados anunciaron que apelarían la decisión ante la Corte Suprema.
El lunes, el mismo tribunal de Lod condenó a Amiram Ben Uliel, de 25 años, a un total de “tres penas” de cadena perpetua por los asesinatos.
En julio de 2015, el bebé Ali Dawabcheh, de apenas 18 meses, murió quemado vivo mientras dormía tras el lanzamiento de cócteles molotov contra su casa de Duma, en Cisjordania ocupada.
Sus padres sucumbieron a las heridas semanas después. Solo sobrevivió su hermano, Ahmed, que entonces tenía cuatro años.
Reuters