Estados Unidos alcanzó este viernes las 198.477 muertes y los 6.722.537 casos confirmados de la COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del sábado) es de 52.041 contagios más que el jueves y de 88 nuevas muertes.
Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 33.172, más que en toda Francia o España.
Tan sólo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.775 personas por la enfermedad, según el recuento de las autoridades locales.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos -de acuerdo con el mapa de Johns Hopkins- la vecina Nueva Jersey (16.184), Texas (15.078), California (14.912) y Florida (13.230).
Otros estados con un gran número de muertos son Massachusetts (9.269), Illinois (8,647),Pensilvania (8.022) y Michigan (6.955).
En cuanto a contagios, California lidera la lista con 779.945, seguido de Texas con 718.174, mientras que el tercero es Florida con 677.660, y Nueva York cuarto con 481.788.
El balance provisional de fallecidos -198.477- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos habrá superado los 258.000 fallecidos y para el 31 de diciembre los 400.000.
EFE