El año 2035 es la meta que se ha planteado el fabricante aeronáutico francés Airbus para lanzar el primer avión comercial cero emisiones del mundo.
lapatilla.com
Y este lunes 21 de septiembre la compañía reveló tres modelos conceptuales que servirán de hoja de ruta para llegar al esperado avión final.
Cada uno de ellos representa un enfoque diferente y explora distintas vías tecnológicas y configuraciones aerodinámicas para respaldar la ambición de la compañía de liderar el camino en la descarbonización de la industria de la aviación.
Todos tienen como fuente de energía el hidrógeno, una opción que Airbus estima es un “excepcional y limpio combustible”. Lo ve como solución para que la “industria aeroespacial y muchas otras industrias cumplan sus objetivos climáticamente neutrales”, destaca en un comunicado.
“Este es un momento histórico para el sector de la aviación comercial en su conjunto. Los conceptuales que presentamos hoy ofrecen al mundo un vistazo de nuestra ambición de impulsar una visión audaz para el futuro de los vuelos sin emisiones ”, señaló Guillaume Faury, CEO de Airbus.
Los tres conceptuales, todos con nombre en código “ZEROe”, tienen características diferentes de diseño.
Uno de los conceptuales fue desarrollado como avión turbofán (para entre 120 y 200 pasajeros), posee un alcance de más de 2,000 millas náuticas, es capaz de operar transcontinentalmente y es propulsado por un motor de turbina de gas modificado que funciona con hidrógeno. El hidrógeno líquido se almacena y distribuye a través de tanques ubicados detrás del mamparo de presión trasero.
Otro de los conceptuales posee un diseño de turbohélice (hasta 100 pasajeros) y también es propulsado por combustión de hidrógeno en motores de turbina de gas modificados, que serían capaces de viajar más de 1,000 millas náuticas, por lo que, según Airbus, es una opción perfecta para viajes cortos y de acarreo.
Finalmente, existe otro conceptual con “cuerpo de ala combinada” (hasta 200 pasajeros) en el que las alas se fusionan con el cuerpo principal de la aeronave. Dispone de un alcance similar al del concepto turbofán. El fuselaje excepcionalmente ancho abre múltiples opciones para el almacenamiento y distribución de hidrógeno, y para el diseño de la cabina.
“La transición al hidrógeno, como la principal fuente de energía para estos aviones conceptuales, requerirá una acción decisiva de todo el ecosistema de la aviación. Junto con el apoyo del gobierno y los socios industriales, podemos estar a la altura de este desafío para ampliar la energía renovable y el hidrógeno para el futuro sostenible de la industria de la aviación”, destacó Guillaume Faury.
Vía Digital Trends