Las mujeres con escasos recursos en Venezuela, han tenido que parir en las calles, a la intemperie atendidas por la solidaridad del pueblo, han llegado denuncias con videos de varios casos: el día 05 de agosto del presente año publique en mis redes el parto de una joven Wayuu, en una calle de Nueva Lucha en el municipio Mara de la Guajira, asimismo esta semana una ciudadana Yukpa en el municipio Machiques de Perija tuvo que parir en una acera de la calle en pleno centro de la ciudad. Ambas madres y niños sobrevivieron gracias a la misericordia de Dios y la mano amiga de los transeúntes que se detuvieron a ejercer la solidaridad humana, valor que caracteriza estos pueblos del Zulia.
Sin duda alguna este tipo de situaciones que hoy atraviesan muchas mujeres venezolanas, atentan contra su dignidad y la de sus hijos, que son los hijos de la Venezuela devastada material y espiritualmente.
Donde queda la vigencia del capítulo constitucional de los Derechos Indígenas?
Las mujeres son el centro del amor y la fabrica de la vida, resulta muy triste y produce una carga de indignación colectiva, observar a nuestras mujeres parir en la calle, sin ninguna atención especializada y menos aun con las condiciones higiénicas mínimas requeridas, esto se constituye en una negación de la vida como valor superior.
Esta es otra tragedia producida por el caos hospitalario, lo que reitera la violación sistematizada de los derechos humanos en su cotidianidad. Vemos como el derecho a la vida y a la salud que son considerados derechos fundamentales y universales, son simplemente vulnerados, transgredidos, quebrantados. Las leyes venezolanas lograron avanzar al momento que consideran los niños, niñas y adolescentes sujetos plenos de derechos, convirtiéndolos en prioridad absoluta. Es bien distante lo previsto en las leyes y lo ejecutado, donde estarán los Consejos Municipales de Derecho, los Consejos de Protección, las Defensorías de niños, las Fiscalías? que tienen la obligación de tomar decisiones usando el principio del interés superior del niño.
El Estado tiene la obligación de garantizar a las ciudadanas venezolanas centros hospitalarios que sean adecuados, con higiene y personal calificado para su atención así como la de sus hijos y de esta manera poder brindar la ejecución exitosa de tan elevado acto de lanzamiento a la vida como es el nacimiento de nuestros niños venezolanos.
Estos hechos se asemejan a un país en guerra o de pobladores de la selva; resulta increíble que esto ocurra en el país con las mayores reservas petroleras del mundo, en una región con varias maternidades existentes que no funcionan como consecuencia de la negligencia y la corrupción de un sistema de salud convertido en una vergüenza por parte de una tiranía indolente.
La lucha por el rescate de la libertad, la democracia y la dignidad lesionada, solo serán posibles cuando la indignación y la acción se coloquen por encima del miedo, es fundamental continuar la lucha por el cese de la usurpación, sin permitir que se silencie la cotidianidad caótica que vivimos los venezolanos en nuestro día a día.
Un país sin servicios el país del NO HAY; electricidad, agua, gas, gasolina, transporte, medicinas, comida, atención medica, etc. Ahora se ha acentuado hasta el hecho de nacer en condiciones insalubres que violan la dignidad de las mujeres y sus derechos. Las mujeres pariendo en las calles y los niños llegando al mundo en este marco humillante deben llevarnos a la conclusión de hacer de las calles ríos humanos para rescatar el futuro arrebatado y la nueva Venezuela.
@joseluispirelar
Dip. a la A. N por San Francisco-Zulia.