Astrónomos estadounidenses y europeos han descubierto que un exoplaneta de prácticamente el mismo tamaño que la Tierra tarda 3,14 días en dar una vuelta completa alrededor de su estrella.
Debido a este hecho, los astrónomos propusieron llamar informalmente al exoplaneta ‘Tierra pi’. Según explicó este lunes un comunicado del Instituto de Tecnología de Massachusetts, este apodo es “reminiscente de la constante matemática universal”, la cual relaciona la longitud de cualquier circunferencia con su diámetro y tiene aproximadamente el mismo valor que este particular tiempo de órbita. Mientras tanto, el exoplaneta, del que poco se conoce hasta el momento, ha sido registrado oficialmente con un nombre menos fácil de recordar: K2-315b.
Este sistema planetario fue observado por primera vez en el año 2017 por medio del telescopio espacial Kepler de la NASA. Los datos recabados en aquel entonces y a comienzos de este año 2020, ya desde la superficie de nuestro planeta, por los telescopios del proyecto SPECULOOS, han permitido calcular los parámetros básicos de esta rotación.
Los descensos en el flujo de luz proveniente del astro alrededor del que orbita el K2-315b, que se repiten cada 3,14 días, significan que el movimiento en esta órbita es muy veloz, y los astrónomos efectivamente estiman que el planeta gira a 81 kilómetros por segundo. Su masa está por determinar, pero su radio es aproximadamente 0,95 veces el de la Tierra, algo que hizo legítima la pregunta sobre las posibles condiciones para la vida. Y al respecto los científicos creen que ya tienen la respuesta.
La estrella de la ‘Tierra pi’ es una enana ultrafría, pero está situada tan cerca de la órbita del exoplaneta que debe calentar su superficie hasta 177 grados Celsius. “Es una temperatura demasiado caliente para que sea habitable”, estima Prajwal Niraula, un estudiante posgraduado del MIT y el primer autor de la publicación científica sobre el descubrimiento.
Pese a la connotación geométrica del nombre informal del exoplaneta, que la revista The Astronomical Journal utilizó en el titular de su artículo, este tiene poco que ver con la geometría de la órbita, el diámetro o la rotación del exoplaneta en torno a su eje, puesto que los autores midieron en días terrestres el tiempo que el K2-315b tarda en volver a un mismo punto en su recorrido, y de momento aún se desconoce cuánto tiempo dura un día en ese mundo lejano, situado a 186 años luz de nosotros.