Este jueves, el presidente Trump presentó sus respetos a la jueza Ruth Bader Ginsburg mientras descansa en lo alto de los escalones del edificio de la Corte Suprema.
Por New York Post
Las multitudes en la acera le gritaban a Trump, que llevaba una máscara, que “honrara su deseo” y le gritaban “vote por él”.
Ginsburg supuestamente dictó un último deseo a su nieta, Clare Spera, de que su “deseo más ferviente es que no seré reemplazada hasta que se instale un nuevo presidente”.
Miles de dolientes y admiradores pasaron junto a su ataúd cubierto con una bandera hasta la noche del miércoles para honrar a la campeona de la derecha femenina y presentadora del ala liberal de la corte suprema.
El ataúd estará a la vista del público hasta las 10 pm.
Informado de su muerte el viernes pasado, el presidente la llamó una “mujer increíble” que “llevó una vida increíble”.
También dijo que esperaría hasta que concluyan las ceremonias de Ginsburg esta semana antes de anunciar su selección para llenar la vacante de la corte, que está programada para las 5 pm del sábado en la Casa Blanca.
Cientos de ex secretarios legales de Ginsburg se alinearon en los escalones el miércoles cuando su ataúd llegó al edificio de la Corte Suprema y fue llevado al Gran Salón por policías de la Corte Suprema que sirvieron como portadores del féretro.
Antes de una ceremonia privada en Ginsburg para amigos, familiares y los otros ocho jueces, el presidente del Tribunal Supremo John Roberts elogió al jurista que se hizo conocido como el “Notorious RBG” como una “estrella de rock”.
“Se ha dicho que Ruth quería ser un virtuoso de la ópera, pero en cambio se convirtió en una estrella de rock”, dijo.
“Ella no era una estrella de ópera, pero encontró su escenario justo detrás de mí en nuestra sala del tribunal”, agregó Roberts.
Ginsburg, la segunda mujer en servir en la Corte Suprema, estará en el estado el viernes en el Salón Nacional de las Estatuas del Capitolio de los Estados Unidos.
También se llevará a cabo una ceremonia formal para ella, pero solo incluirá invitados debido a las precauciones contra el coronavirus en grandes reuniones en interiores.
Será enterrada durante una ceremonia privada la próxima semana junto a su esposo Martin en el Cementerio Nacional de Arlington.
Su muerte ha provocado una tormenta de fuego entre demócratas y republicanos sobre su reemplazo antes de las elecciones del 3 de noviembre.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, prometió convocar a una votación sobre el candidato antes de las elecciones en la cámara controlada por los republicanos.
Pero los demócratas han exigido que quien sea elegido en noviembre pueda hacer la selección.