El líder opositor ruso Alexéi Navalny, quien el martes fue dado de alta de un hospital berlinés después de recibir tratamiento durante 32 días por envenenamiento con un agente nervioso del grupo Novichok, tiene previsto regresar a Rusia tan pronto se haya recuperado del todo.
Así lo aseguró hoy el productor Jaka Bizilj, fundador de la iniciativa “Cinema for Peace”, que organizó el traslado de Navalny a Berlín desde un hospital en la ciudad siberiana de Omsk, y según el cual “su equipo y su gente dice muy claramente que no hay duda alguna de que quiere regresar”.
Recordó que en las últimas semanas el equipo de Navalny ha seguido trabajando intensamente de cara a las elecciones regionales en Rusia celebradas el pasado día 13 y ha continuado políticamente activo mientras el líder opositor permanecía en coma inducido.
“Su equipo ha trabajado muy duramente día y noche y para ellos está fuera de toda duda que continuarán en Rusia con su activismo y su trabajo político”, subrayó en una conversación virtual con medios extranjeros en Alemania.
Bizilj se atrevió a pronosticar que Navalny necesitará al menos un mes para estar completamente recuperado al trazar un paralelismo con el caso de Piotr Verzílov, activista del grupo punk Pussy Riot, que recibió tratamiento en el mismo hospital berlinés de la Charité hace más de dos años por un presunto envenenamiento.
Señaló que las noticias recibidas en los últimos días sobre el estado de salud de Navalny “crean la impresión de que se ha recuperado increíblemente rápido y que ya se encuentra en forma, pero hay que ir con mucho cuidado”, advirtió.
También los primeros mensajes del líder opositor en las redes sociales reflejan que “no está recuperado al cien por cien y él mismo escribe que aún llevará un tiempo”, dijo.
Recordó que el estado de Navalny es más grave que en su día el de Verzílov -que no permaneció tanto tiempo en coma y que tras ser dado de alta aún permaneció dos meses en Berlín-, pero expresó su confianza en una recuperación total.
En todo caso, subrayó que no habla en nombre de Navalny ni lo representa -de hecho lo vio por primera vez en el aeropuerto de Berlín, cuando éste se encontraba en coma, explicó- y precisó que en lo que respecta al estado de salud y a planes futuros, sólo pueden manifestarse el propio líder opositor y su equipo.
ACTIVISTA VERZÍLOV, CONVENCIDO DE LA RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO RUSO
Verzílov, que también participó en esta conversación virtual, se mostró convencido de que la autoría del ataque contra Navalny hay que buscarla en el Gobierno ruso.
“En Rusia de hecho no tienes otros actores, partes o grupos de gente que lleven a cabo ataque serios como un envenenamiento más allá del Gobierno”, afirmó.
En su caso, recuerda, las autoridades alemanas y el laboratorio competente del ejército alemán no fue capaz de determinar la sustancia exacta que le envenenó, pero su activismo político y “la actitud general de los servicios especiales rusos” hacia su persona le llevaron a concluir que no había otro actor posible que el Gobierno ruso.
“Con Navalny, las evidencias son por supuesto más contundentes, porque varios laboratorios independientes en Europa han probado que fue envenendo por un nuevo tipo de Novichok”, agregó.
Según Verzílov, esto es una prueba de que “específicamente el Gobierno ruso lo hizo” y de que “definitivamente” el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, “tuvo que dar el visto bueno”, porque “obviamente nadie en Rusia tiene acceso a una sustancia militar tan especial como el Novichok”.
EFE