Bien podrían haber sido sólo “una más” de las cientos de “conejitas” que desfilaron por la portada y las páginas interiores de Playboy en sus 66 años de historia, pero algunas privilegiadas lograron el sueño de miles: dar el salto de la revista a la fama internacional.
Por infobae.com
Sus rostros y sus figuras se hicieron populares en las páginas de la célebre publicación creada por Hugh Hefner en 1953, pero su encanto personal, su ambición y su esfuerzo les permitió forjar una carrera en el cine, la televisión y el modelaje
Pamela Anderson
El caso más claro de la influencia de Playboy en el mundo del entretenimiento y la cultura popular.
Pamela tenía 22 años cuando protagonizó su primera portada en la revista, en octubre de 1989. Aquella imagen mostraba a la joven cubriendo coquetamente su zona íntima con un sombrero, pero en ningún lugar de la tapa figuró su nombre.
Y es que Anderson tenía apenas unos años de haberse mudado de su natal Canadá a Estados Unidos para hacer carrera en la industria y su puerta de entrada fue la Mansión Playboy.
“Hefner la amaba y vio su belleza. Pamela era una chica que era hermosa sin maquillaje. Era muy lista y talentosa”, recordó su ex Jon Peters, sobre la época en que conoció a Anderson en la casa de Hugh.
La siguiente portada llegó en febrero de 1991 y la tercera en julio de 1992, en ese año la rubia dio el salto a la televisión nada menos que en Guardianes de la Bahía (Baywatch). Y así obtuvo una tapa más, en agosto de 1993. Había nacido una estrella.
En noviembre de 1994 sumó su quinta portada, pero esta vez ya aparecía su nombre. “Babewatch!”, título la revista el número, haciendo referencia a la popular serie de televisión. “Nuevas fotos fabulosas de Pam Anderson”.
Hoy Pamela es no solo la conejita del récord con 14 portadas en la revista y 15 sesiones fotográficas, tiene ya un amplio historial en el cine y la televisión de Estados Unidos con apariciones en The Nanny, Scary Movie 3 y Dancing with the stars, además de ser un ícono popular (el ciclista Mario Cipollini tenía una foto de Pamela en su manubrio para motivarse).
“Hugh Hefner fue un pionero y ayudó a empoderar a tantas mujeres… me metió en una forma de vida que nadie más puede comprender. Estoy eternamente agradecida”, reconoció en una entrevista con el periódico El País.
Victoria Silvstedt
Después de que una lesión a los 16 años terminara con su sueño de ser atleta olímpica de esquí, la joven originaria de un pequeño poblado de Suecia entró al mundo del modelaje gracias a su madre, que envió su foto a un concurso de belleza.
Más tarde su hermana la inscribió a Miss Suecia y se ganó así la posibilidad de representar a su país en Miss Mundo, a lo que siguió una temporada en París donde sufrió rechazos por no encajar en los estándares corporales de la industria.
Así que cuando se dio la oportunidad de aparecer en Playboy, Victoria supo que era ésa la oportunidad para que su carrera despegara.
“Estaba en Palm Springs cuando una modelo que apenas había estado en la portada de Playboy, Jennifer Driver, me dijo ‘¡tú serías perfecta para Playboy!’”, recordó la modelo en una entrevista con Monaco Life. “Ella terminó hablando con Hugh Hefner, le mostró mi foto y le dijo que podría ser la nueva Anna Nicole Smith. Así que me hizo volar a Los Ángeles y… nunca regresé a París. Era el sueño americano”.
Victoria debutó en diciembre de 1996 (aunque no en la tapa, sino en una sesión de interiores) y en 1997 fue nombrada Playmate del Año, ahí sí con una portada. Siguieron entonces, una tras otra, apariciones en las más famosas revistas como GQ, Maxim, FHM y un contrato con una agencia de Nueva York que derivó en una campaña con Guess y su entrada a la televisión y el cine.
“Se presentaron tantas oportunidades y aproveché al máximo cada una. Creo que tuve mucha suerte; podría haber ido de otra manera. Tener todo este éxito muy rápidamente y estar sola, siempre hice caso a mi instinto. Creo que mucho de eso proviene de la fuerza y la disciplina que tuve al entrenarme como atleta, lo que me ayudó a sobrevivir”.
Silvstedt incluso trató de hacer carrera como cantante en 1999, pero no tuvo el mismo éxito que en la televisión, en donde es conocida sobre todo en las pantallas de Italia y Francia.
Jenny McCarthy
Hoy es conocida como actriz, comediante, modelo y escritora, pero en octubre de 1993, cuando tenía 20 años, era Jennifer Ann McCarthy, una joven originaria de Chicago que atravesaba por dificultades económicas.
La escasez de dinero y las ganas de continuar estudiando llevaron a Jenny, una chica que estudió en escuela católica, a enviar una foto para la revista Playboy.
Entre las miles de modelos que aspiraban a un lugar en las páginas de la revista de Hugh Hefner, McCarthy fue elegida para posar en aquella edición de octubre por la que ganó USD 30.000 (y en la que, por cierto, posó con prendas que recordaban un uniforme escolar).
La llegada a las páginas centrales de la revista no fue fácil.
En una entrevista para Watch What Happens Live With Andy Cohen, Jenny recordó que en aquella época le daban a las chicas cinco días de pruebas para tratar de ganarse esas páginas, pero su desempeño no le estaba gustando a Hefner.
“Ocho horas al día durante cinco días, entonces el cuarto día, el productor dijo: ‘Ven a reunirte conmigo, Hef está al teléfono’”, explicó. “Y Hef dijo: ‘Tienes una oportunidad más. Ve a casa y practica, porque tu cara parece como si hubieras golpeado a un ciervo con tu coche. Te ves tan horrorizada’. Así que me fui a casa esa noche tratando de encontrarme sexy, y volví y dije: ‘Está bien, escucha, todo lo que obtendrás es una sonrisa. Eso es todo lo que sé hacer”.
Fue esa sonrisa la que le dio su oportunidad en la famosa revista y, a partir de ahí, todo fue subir. Se convirtió en la Playmate del mes y más adelante en la Playmate del Año, protagonizó seis portadas de la revista (la última en 2012). Se mudó a Los Ángeles y comenzó a trabajar como presentadora en Hot Rock y luego en Singled out de MTV.
En 1997 debutó como escritora con su autobiografía y también dio el salto al cine. De hecho en 2003 apareció en Scary Movie 3, al igual que Pamela Anderson.
Jenny ha acaparado titulares en EEUU por ser una de las voces a favor del movimiento antivacunas, pues aseguró que su hijo llevaba un desarrollo normal hasta los 15 meses, cuando le fue aplicada la triple viral.
Carmen Electra
“Una vez que vi las fotos estaba como de … tuve que pellizcarme. No podía creer que estaba en la revista y que iba a ser parte de una época tan icónica, ser parte de Playboy en general. Marilyn Monroe comenzó con Playboy, y esas son las mujeres que admiro y en las que realmente me he inspirado. Así que sí, Playboy fue muy divertido”, así recordaba Carmen Electra, en una entrevista con Fox News, su debut en la revista del conejito, que si bien no fue en la tapa, sí le permitió llamar la suficiente atención.
Aunque Carmen ya había hecho carrera en California, en donde tuvo contacto con Prince, e incluso había publicado un disco homónimo, su sesión de mayo de 1996 en Playboy significó un parteaguas en su carrera.
Al año siguiente debutó en Baywatch, la misma serie de Pamela Anderson, y las solicitudes para conducir programas y aparecer en películas se hicieron numerosas.
“Siempre había algo dentro de mí que, ya sabes, quería ser un símbolo sexual. Siempre admiré a Marilyn Monroe y a todas esas mujeres icónicas que eran sexys pero que también actuaban y bailaban, (como) Ann-Margret, esas fueron las mujeres que me inspiraron en el fondo y aún lo hacen hasta el día de hoy. Me siento súper honrada y me encanta”, recordó sobre el momento en que decidió posar para la icónica revista.
Kim Kardashian
Si bien ya había saltado a la fama por la difusión de su video íntimo, en la misma época del estreno de su reality, Kim Kardashian fue contactada por Playboy para aparecer desnuda en el número de diciembre de 2007.
Aunque en un principio lo dudó, finalmente Kim accedió a posar, pues consideró que sería bueno para su carrera.
El conflicto llegó cuando le dijeron que tenía que posar totalmente desnuda, pero entró en acción Hugh Hefner para convencerla y lograr así la famosa sesión con su cuerpo cubierto con perlas.