La UE no puede aceptar ninguna opción que no pase por la retirada del poder del autócrata venezolano y la convocatoria de unas elecciones libres y democráticas en las que participen todos los grupos de la oposición.
Josep Borrell tendrá que responder a las preguntas de los grupos popular y liberal del Parlamento Europeo acerca del posible cambio de postura comunitario que el Alto Representante de la Política Exterior europea pretende forzar con respecto al régimen chavista de Nicolás Maduro. En caso de no recibir una respuesta convincente que aclare de una vez por todas cuál es la posición firme y unívoca de la UE, exigirán, como es lógico, responsabilidades políticas a Borrell por tratar de convertirse en un émulo del ex presidente Rodríguez Zapatero y blanquear al dictador chavista mediante la legitimación de unas elecciones sin garantías democráticas. Borrell tendrá que explicar si la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, le dio directrices o si por el contrario enviar una misión diplomática secreta para negociar con Maduro fue una iniciativa particular del ex ministro de Pedro Sánchez. También, si ese equipo se entrevistó con el dictador y con Henrique Capriles, el único miembro de la oposición venezolana que ha decidido participar en la farsa, desechando mantener contacto con Juan Guaidó, que ha advertido de la peligrosa trampa electoral chavista.
La UE no puede aceptar ninguna opción que no pase por la retirada del poder del autócrata venezolano y la convocatoria de unas elecciones libres y democráticas en las que participen todos los grupos de la oposición.