Algunas personas somos especialmente susceptibles, emocionalmente hablando, en ese rato que va desde que te levantas hasta que te tomas un café. Pues bien, imagina que en ese momento de debilidad, tu cafetera empieza a reírse de ti y a escupir agua hirviendo sin control. Bienvenidos al hacking en 2020.
Por Gizmodo
La escena parece salida de una mala película de terror, pero es muy real. Se trata de un proyecto de hacking llevado a cabo por Martin Hron, un investigador de la compañía de seguridad Avast. Hron describe así el experimento:
El experimento ha resultado todo un éxito. Tras inocular el código malicioso necesario, la cafetera se convierte en una perfecta herramienta de ransomware. Nada más encenderla, se pone a escupir agua hirviendo sin parar, hace girar el molinillo de café a lo loco y emite pitidos con un mensaje en pantalla que reza: “¿Quieres recuperar tu cafetera?” y un enlace a una página web que puede ser usado para pedir rescate en bitcoin. La única manera de pararla en ese estado es desenchufarla.