Banqueros y expertos de la Florida analizando los riesgos de recibir fondos provenientes de la sancionada Venezuela expresaron preocupación sobre las operaciones de lavado de dinero en el país petrolero, resaltando que allí se acumula una masa gigantesca de dinero sucio.
Por: El Nuevo Herald
“En estos momentos existen entre 5,000 y 7,000 millones de dólares circulando en las calles de Venezuela, y se desconoce de dónde vienen”, atinó el abogado Eugenio Hernández-Breton, de la firma de Baker McKenzie, durante su participación en la Conferencia Virtual Antilavado de Dinero de la Asociación de Banqueros Internacionales de Florida (FIBA por sus siglas inglés).
Los riesgos de operar con clientes del país sudamericano han ido en aumento en los últimos meses con la dolarización de facto de la economía venezolana promovida por una hiperinflación que ha reducido el valor del bolívar a menos de una milésima parte de un centavo de dólar.
En momentos en que una tasa de café cuesta 350,000 bolívares, un número cada vez mayor de venezolanos ha optado por adquirir productos en dólares aún cuando la gran mayoría de ellos no saben de donde provienen.
“Si usted va a comprar algo en una tienda, o a montarse en un autobús, puede ver carteles con los precios en bolívares y en dólares y usted decide con qué moneda pagar”, añadió Hernández-Breton, quien formó parte del panel dedicado a las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El que Venezuela esté siendo inundada por un alud de dólares llama la atención particularmente porque el país ha registrado una drástica caída en la exportación de petróleo, producto que por años generó el 95 por ciento de las monedas duras que entraban en el país.
Las exportaciones de crudo, que por años se mantuvo por encima de los dos millones de barriles al día, actualmente se ubican por debajo de los 300,000 barriles diarios, debido principalmente al colapso de la producción y a las sanciones de Washington a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Ese volumen de exportación a duras penas logra cubrir los costos de operación de PDVSA y la importación de la gasolina que requiere el país.
Según los expertos que siguen a Venezuela, el colapso de la renta petrolera está siendo gradualmente remplazado por operaciones vinculadas con el contrabando de oro, el lavado de dinero y el narcotráfico.
La situación interna del país, aunado a los riesgos legales de operar con el país generado de las sanciones impuestas contra el régimen de Caracas, ha estado acentuando los desafíos de los banqueros en Florida que continúan operando con clientes venezolanos.
os expertos que participaban en el foro de FIBA dijeron que las operaciones con cuentas de ciudadanos venezolanos representan significativas complicaciones para los bancos, que hoy deben blindarse para no infligir las regulaciones relacionadas con las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos al régimen de Nicolás Maduro y a empresarios relacionados con el chavismo; acusados de lavado de dinero, narcotráfico, corrupción y violación a los derechos humanos.
“En los últimos años ha aumentado la huella venezolana en muchos países, lo que incrementa el riesgo de hacer negocios con personas o instituciones que estén relacionados o vinculados directa o indirectamente con funcionarios sancionados. La clave para la banca es realizar un buen trabajo de investigación de los clientes”, señaló Daniel Gutiérrez, vicepresidente y gerente de riesgos regulatorios de Ocean Bank.