Liverpool y alrededores, con 1,5 millones de habitantes, será la primera zona de Inglaterra en entrar en nivel “muy alto” de alerta, anunció el lunes el primer ministro británico Boris Johnson, al presentar un nuevo sistema de restricciones escalonadas contra el coronavirus.
Pubs y restaurantes, así como gimnasios y polideportivos, casinos y casas de apuestas, tendrán que cerrar en “la región de la ciudad de Liverpool que pasará al nivel de alerta ‘muy alto’ a partir del miércoles”, anunció Johnson ante la Cámara de los Comunes.
En esa zona del noreste de Inglaterra, con casi 600 casos de covid-19 por 100.000 habitantes, estará además prohibido reunirse en interiores y jardines particulares con personas con quienes no se comparte hogar.
Esta regla se aplicará asimismo a muchas otras zonas del país que “automáticamente pasarán a nivel de alerta ‘alto'”, precisó.
El resto de Inglaterra, considerado en nivel “medio”, conservará la actual prohibición de reuniones de más de seis personas y el toque de queda de 22h para bares y restaurantes.
Criticado por una multiplicación de diferentes medidas locales en constante cambio que sembró la confusión entre los británicos, Johnson, quien demostró recientemente perderse él mismo entre la variedad de restricciones, busca imponer claridad con este nuevo sistema basado en tres niveles.
Pero este no se aplicará en Escocia, Gales e Irlanda del Norte cuyos gobiernos autónomos definen sus propias políticas contra el coronavirus.
– Ira en el norte de Inglaterra –
El Reino Unido es el país más castigado de Europa por la pandemia, con más de 42.800 muertes confirmadas por covid-19. Y, como en muchos otros del continente, aumenta la preocupación ante la llegada de una segunda ola.
Según datos publicados el viernes por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), unas 224.400 personas -aproximadamente 1 de cada 240 o más de 400 por 100.000 habitantes- en Inglaterra tuvieron el coronavirus durante la semana del 25 de septiembre al 1 de octubre.
Aunque los adultos jóvenes son los principales afectados, también se multiplicaron por ocho las infecciones de los mayores de 65 años desde el mes pasado, según el mayor estudio británico, realizado por el Imperial College London e Ipsos MORI.
El gobierno de Johnson, que se esfuerza por evitar un segundo confinamiento nacional de catastróficas consecuencias económicas y sociales, está en conversaciones con otras zonas del noreste y el noroeste de Inglaterra, avanzó Johnson, que podrían seguir rápidamente los pasos de Liverpool en la aplicación de “medidas difíciles pero necesarias”.
Sin embargo, líderes locales como el alcalde laborista de Mánchester, Andy Burnham, ven estas restricciones como una imposición del poder londinense.
“Expreso públicamente mi cólera”, afirmó este fin de semana junto a otros responsables políticos del norte de Inglaterra.
“No abandonaremos a los habitantes ante la adversidad y a las empresas ante la quiebra”, prometió, amenazando incluso con un recurso judicial.
– Hospitales de campaña –
También el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, se declaró “profundamente escéptico” sobre el nuevo sistema de restricciones en tres niveles y acusó a Johnson de “correr ahora para alcanzar un virus del que perdió el control hace mucho tiempo”.
Paralelamente, las autoridades sanitarias anunciaron la reactivación en las próximas semanas de los grandes hospitales de campaña instalados a toda prisa durante el confinamiento y paralizados desde entonces.
“Seguimos sin un tratamiento y sin una vacuna contra el covid-19” lo que “desgraciadamente quiere decir que, dado que los contagios aumentan, el número de muertos aumentará también”, aseguró en rueda de prensa el director médico de la salud pública en Inglaterra, Stephen Powis.
De momento, se ordenó “prepararse a recibir pacientes si es necesario” a tres de estos hospitales situados en el norte de Inglaterra, la zona donde el aumento de los casos es más preocupante. Sin embargo otros pueden seguir, advirtieron.
AFP