Un acorazado estadounidense cruzó el miércoles el estrecho de Taiwán, dijo la Armada de Estados Unidos, arriesgándose a provocar el enojo de China, que reclama la soberanía sobre la vía marítima.
El destructor de misiles guiados USS Barry realizó un trayecto “rutinario por el Estrecho de Taiwán el 14 de octubre (hora local) de acuerdo con la ley internacional”, dijo la portavoz de la Séptima Flota, Reann Mommsen, en un comunicado.
“El tránsito del barco a través del Estrecho de Taiwán demuestra el compromiso de Estados Unidos con un Indo-Pacífico libre y abierto”, añadió.
La Armada de Estados Unidos lleva a cabo regularmente las llamadas operaciones de “libertad de navegación” en el estrecho de Taiwán, que separa a China de la isla.
Las operaciones siempre provocan fuertes respuestas de Beijing. China considera a Taiwán parte de su territorio.
La isla está dirigida por un gobierno rival que se refugió allí después de que los comunistas tomaran el poder en China en 1949.
Taiwán tiene su propia bandera y moneda, pero no es reconocida como una nación independiente por la ONU. Washington rompió en 1979 relaciones diplomáticas con Taipéi en aras de mejorar sus vínculos con China, pero Estados Unidos sigue siendo el aliado más poderoso y su principal proveedor de armas.
“Estados Unidos envió en los últimos tiempos varias señales inoportunas a los promotores de la ‘independencia de Taiwán’, comprometiendo gravemente la paz y la estabilidad”, reaccionó el jueves Zhang Chunhui, portavoz del Ejército chino.
“Solemnemente advertimos a Estados Unidos: detengan toda palabra o acto que conlleve a problemas en la región”, indicó en un comunicado, afirmando que China “defenderá con firmeza su soberanía nacional”.
Los chinos han amenazado con utilizar la fuerza si Taipéi proclama su independencia o si hay una intervención extranjera. Beijing considera que el paso de buques extranjeros por el estrecho es una violación de su soberanía.
Washington y muchos otros países, en cambio, ven la vía fluvial como parte de las aguas internacionales.
EFE