La estatal venezolana Petróleos de Venezuela planea descargar crudo de la instalación flotante “Nabarima” mediante transferencia de barco a barco, en medio de preocupaciones ambientales, dijeron el lunes dos personas familiarizadas con el asunto.
El Nabarima, operado por la empresa conjunta Petrosucre entre PDVSA y la italiana Eni SpA, está en el golfo de Paria frente a la costa este de Venezuela, y tiene almacenados 1,3 millones de barriles de crudo.
Imágenes lo mostraron la semana pasada inclinado de lado, lo que generó preocupaciones sobre un posible derrame de petróleo. Aún no está claro si se corrigió la inclinación.
PDVSA, que tiene una participación de 74% en la empresa, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Eni, que posee el 26% restante, declinó hacer comentarios.
No estaba claro de inmediato cómo se llevaría a cabo la transferencia. Al menos dos remolcadores, que se utilizan con frecuencia para facilitar las operaciones, estaban cerca de Nabarima el lunes, según los datos de seguimiento de Refinitv Eikon.
Los datos también mostraron que un petrolero administrado por PDV Marina, el Aframax Icaro, se dirigía a Guiria, en el golfo de Paria. Una de las fuentes dijo que el Icaro estaría involucrado en la operación, posiblemente junto con otro petrolero.
Fishermen and Friends of the Sea, un grupo ambientalista de Trinidad y Tobago que advirtió sobre un posible derrame la semana pasada, dijo el lunes que había recibido imágenes que mostraban que la inclinación se había corregido desde entonces y que el barco estaba en posición vertical.
Petrosucre suspendió la producción poco después de que Washington sancionara a PDVSA en enero de 2019, ya que las medidas privaron a la compañía de su principal comprador de crudo: Citgo Petroleum Corp, filial de refinación de la empresa venezolana en Estados Unidos.
Reuters