El mes pasado Netflix estrenó el documental El caso Watts: El padre homicida, que sigue los sucesos ocurridos en agosto del 2018, cuando Shanann Watts y sus dos hijas desaparecieron en Colorado, Estados Unidos. Luego de que salieran a la luz detalles escabrosos de la desaparición, se reveló que Chris Watts las había asesinado y la trágica historia de esta familia se hizo mundialmente conocida.
Por Indie Hoy
El documental utiliza material de archivo e imágenes policiales para desmenuzar el caso por el que Watts fue condenado a cadena perpetua, cuya sentencia está cumpliendo en una prisión de máxima seguridad en Wisconsin. Sin embargo, y más allá de la información que uno puede encontrar en el film, Netflix dejó afuera algunos detalles de la macabra historia. De acuerdo a los datos recopilados, el documental no explora en profundidad la psiquis del asesino e ignora una serie de cartas que le escribió desde la cárcel a Cheryln Cadle, quien las recopiló y publicó en el libro Letters From Christopher: The Tragic Confessions of the Watts Family Murders.
En una de esas cartas, Watts admite que los asesinatos fueron planificados: “Todas las semanas pensando en matarla y ahora me enfrento a ello” dijo respecto a su mujer embarazada. Además, y en relación al asesinato de sus hijas, Watts confesó que intentó asfixiarlas en sus camas pero ellas se despertaron, por lo que decidió agarrar el auto y llevarlas vivas al lugar donde enterró a su madre, asfixiándolas completamente y empujando sus cuerpos sin vida a través de una pequeña abertura en un tanque de gasolina.
Watts también confirma que tenía una relación paralela con otra mujer y justifica sus acciones diciendo que asesinó a Shanann para que no lo aleje de ella: “Sabía que si le quitaba las manos de encima, aún me alejaría de Nikki”. Además, reconoce que previamente había drogado a su esposa embarazada con Oxicodona para provocarle un aborto: “Pensé que sería más fácil estar con Nichol si Shanann no estaba embarazada”.
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