La dura confesión de un futbolista que se sumergió en una profunda depresión

La dura confesión de un futbolista que se sumergió en una profunda depresión

Gregory van der Wiel con la camiseta de su país en el partido en el que su selección le ganó 2 a 0 a Dinamarca en el Mundial del 2010. | Foto: Reuters

 

Debutó en el Ajax de Holanda y de inmediato se transformó en uno de los pilares más sólidos de la defensa de su selección. Durante 7 temporadas se afianzó en el equipo de Ámsterdam y sus buenas producciones lo llevaron al PSG, donde permaneció durante 4 años más.

Por Infobae





En sus días de esplendor también vistió la camiseta de la Orange y representó a su país en el Mundial de Sudáfrica disputado en 2010 y la Eurocopa que organizaron en conjunto Polonia y Ucrania en 2012.

Sin embargo, Gregory van der Wiel atravesó sus peores momentos deportivos en el último tiempo y su inestabilidad lo llevó a una profunda depresión que manifestó a través de una carta escrita a corazón abierto.

“He estado lidiando con ataques de pánico y ansiedad”, fue una de las revelaciones que expone en el documento, antes de asegurar que sintió duras emociones como “frustración, ira, decepción y tristeza”.

Como su carrera fue en declive cuando incursionó en el Fenerbahçe de Turquía, el Cagliari de Italia y la MLS. “El mayor golpe emocional llegó cuando me vi obligado a dejar el Toronto FC”, confesó el defensor, quien se ofreció para jugar gratis en los equipos de Los Ángeles, ya que tenía una propiedad allí.

“Despertar todos los días y no saber qué hacer era morir”, sorprendió en el escrito el deportista que sufrió ataques de pánico durante su etapa más oscura. “No ha sido un año fácil para mí, pero ahora lo estoy haciendo mucho mejor y estoy muy emocionado por lo que tengo por delante”, concluyó Van der Wiel en una muestra de la recuperación que le brindó su incorporación al RKC Waalwijk de los Países Bajos.

La carta completa

Queridos todos:

Quiero compartir con ustedes mi historia personal y actualizarlos sobre mi bienestar.

Durante más de un año he estado lidiando con ataques de pánico y ansiedad, algo que comenzó cuando vacacionaba en mi casa en Los Ángeles. En ese momento no sabía lo que me estaba pasando y pensé que estaba teniendo un infarto.

Mi primer pensamiento fue que algo andaba mal físicamente. Junto con diferentes hospitales y médicos revisamos todo mi cuerpo y la conclusión fue que todo estaba funcionando de manera óptima. Tras esta confirmación empecé a centrarme en el aspecto mental, en el que sigo trabajando hasta el día de hoy.

Hay algunas razones por las que me está pasando esto y quiero compartirlas. Como futbolista profesional, siempre tuve la presión de mostrar lo mejor de mí mismo, sin importar cómo me sintiera realmente.

Siempre pongo mis emociones a un lado y eso es algo que se ha ido acumulando después de todos esos años. Frustración, ira, decepción, tristeza, lo he dejado todo a un lado y seguí con mi vida y mi carrera.

Decirse “no me importa” es fácil y eso es lo que hice. Los últimos años de mi carrera no han sido fáciles. Después de no estar siempre del todo feliz en París, un año difícil en Estambul y un par de meses malos en Cagliari, el mayor golpe emocional llegó cuando me vi obligado a dejar el Toronto FC.

Después de toda esa negatividad, como acabo de mencionar, finalmente tuve un gran año en Toronto. Amaba al equipo, amaba la gente y la ciudad. Me imaginé jugando y viviendo en Toronto durante al menos otros 5-6 años. Luego, de la nada, tuve que irme por una conversación profesional y sana con el entrenador, una persona que me gustó mucho. Esto dolió mucho y todavía me duele.

Pero seguí con mi vida, la dejé a un lado nuevamente y me mudé a Los Ángeles. Intenté jugar en otro equipo, en este caso el Atlanta, pero nunca me respondieron después de mostrar interés inicial.

Luego intenté jugar GRATIS para uno de los equipos de Los Ángeles, pero después de las primeras respuestas positivas, tampoco me respondieron. Mi carrera terminó lentamente allí. En ese momento seguí adelante y no me di cuenta de lo que me hacía emocionalmente.

Además de eso, está la sensación de no saber “qué sigue” para mí en mi vida. Despertar todos los días y no saber qué hacer era morir. Pasé de una vida rutinaria de entrenar todos los días y jugar partidos todas las semanas a no tener metas ni rutina en absoluto. Seis meses después comenzaron mis ataques de pánico.

Ahora, de vuelta en Amsterdam, lo estoy haciendo mucho mejor. El amor por el juego todavía está aquí, nunca se fue. Por eso estoy tratando de volver a la cancha pase lo que pase y soy muy afortunado de haber encontrado un club que está dispuesto a ayudarme a que esto suceda.

RKC Waalwijk me recibió con los brazos abiertos y se ofreció a ayudarme con todo. Después de grandes conversaciones con el entrenador en jefe y el director técnico, fue una obviedad para mí. Todavía no he llegado, pero trabajo duro todos los días para hacer mi regreso. No estoy seguro de que esto suceda, pero el tiempo lo dirá. No importa el resultado, estoy muy agradecido por la increíble ayuda que recibo de todos en RKC.

Quería compartir esto porque esto es parte de la vida. No importa quién sea usted, todos somos seres humanos y esto le puede pasar a cualquiera. También quería informarles sobre lo que he estado pasando y por qué la situación es como es hoy. No ha sido un año fácil para mí, pero ahora lo estoy haciendo mucho mejor y estoy muy emocionado por lo que tengo por delante.

Gracias. Gregory van der Wiel.