“Vuelve el perro arrepentido y también el SENIAT con su imposición de obligar a todas las empresas a comprar unos equipos fiscales cuyo costo se encuentra entre 800 y 1000 dólares” así lo expresó Julio Castellanos, Subsecretario Seccional de Asuntos Municipales de AD – Carabobo, quien resalta el regreso de ultratumba de la Providencia 0141. Esta providencia emitida por el ente recaudador había sido rechazada en el 2019 por ser una medida que, ya para ese momento, amenazaba de muerte las finanzas de las pymes, ahora, en medio de la dolarización, la hiperinflación y la pandemia, se insiste en clavar el puñal antieconómico del acoso tributario a los pocos negocios aún abiertos.
Esto coincide con la eufemísticamente denominada “armonización tributaria”, es decir, el incremento voraz de los impuestos y tasas municipales que, estos si, anclados al Petro, terminarán por conducir a la quiebra a las empresas, al desempleo a muchos trabajadores y a la sequía en la hacienda pública.
Según Castellanos, “Es necesario, imprescindible, que todos sumemos voluntades en rechazo de este nuevo zarpazo del SENIAT. No es un asunto exclusivo de los empresarios, toda la sociedad será afectada por un eventual cierre masivo de empresas. La igualdad en la miseria está a la vuelta de la esquina, el régimen militar parece verla como su utopía hecha realidad, pero quienes tenemos los pies sobre la tierra sabemos que si todos somos iguales en hambre seremos todos sometidos, reducidos, a ser esclavos receptores de las limosnas que Nicolás Maduro le provoque dar a cambio de obediencia ciega. Esa es su definición de democracia”.
Por su parte, Engelbert Rivero, Secretario Seccional de Asuntos Municipales de AD – Carabobo, declaró “La ordenanza de armonización tributaria en muchos casos aumenta más del 100% las alícuotas de muchos sectores, y esto es incongruente más en medio de la pandemia. Los gobiernos locales se están dejando ver la gula fiscal con total descaro”
“Debe considerarse” – continuó – “Esos aumentos en los impuestos municipales son susceptibles de traslación, es decir, los terminará pagando la gente en el precio de los pocos bienes y servicios que la hiperinflación y la voracidad fiscal les permite demandar. Hay casos escandalosos como el aumento exponencial de la tasa del servicio del aseo en Guacara, sería bueno que la Cámara Municipal y el alcalde explicaran los parámetros de dicho aumento y si entienden que será un golpe letal a los pocos negocios productivos que aún hay en el municipio”.
Rivero reflexionó diciendo que “los gobiernos locales y el SENIAT parecen empeñados en empujar a los comerciantes a la informalidad. No terminan de entender, en ningún idioma, que sin negocios o empresas no existirá impuestos que recaudar”.
Nota de prensa