Medio siglo desde que ocurrió el asesinato no resuelto de la monja Cathy Cesnik, quien enseñaba inglés y teatro en la secundaria Keough High School, en la ciudad de Baltimore, Maryland. La joven desapareció en 1969 y sus antiguos alumnos sospechan de las autoridades del colegio.
¿La razón? El encubrimiento de otro crimen cometido en la misma institución: La religiosa sospechaba que un sacerdote de la escuela, A. Joseph Maskell, era un abusador sexual.
Este misterio, que ha permanecido sin esclarecer durante casi 50 años. Pero los ex alumnos de la secundaria donde enseñaba la hermana Cathy creen haber descifrado la red de mentiras que podrían haber llevado a la monja a su muerte.
Una teoría sobre el asesinato: ¿es posible que la religiosa hubiera descubierto el abuso sexual de varios estudiantes a manos de un sacerdote, y que ese hallazgo pusiera en peligro su vida?
Unos cazadores encontraron el cuerpo de la monja meses después de que hubiera desaparecido de forma imprevista. Tenía un agujero en la parte posterior del cráneo.
Según la autopsia, el hueco fue la causa de la muerte y se produjo por un golpe violento. El carro de Cathy Cesnic apareció se encontró abierto y mal estacionado a una cuadra de su apartamento.
A 50 años del horrendo crimen no hay siquiera un sospechoso. Los investigadores que trabajaron el caso en la década de 1970 interrogaron al padre Maskell una vez, pero pronto les negaron los interrogatorios. En aquel momento la iglesia católica ejercía una influencia importante.
Un testimonio clave: La ex alumna, Jean Wehner, aseguró que Maskell le mostró el cadáver de la monja y le dijo: “¿Ves lo que sucede cuando hablas mal de la gente?”. La credibilidad de su testimonio junto a otros testigos son el eje de la teoría.
Jean Wehner, quien fue abusada por el padre Joseph Maskell, reveló detalles sobre el cadáver de Cathy Cesnik que fueron desacreditados por la policía pero confirmados en la autopsia.
Según el testimonio de Wehner, el padre Maskell comenzó a abusar de Jean Wehner cuando sólo tenía unos 14 años, luego que en sus confesiones le revelara que su tío había abusado de ella.
Posteriormente, Maskell comenzó un proceso de “limpieza de pecados” con actos sexuales donde le decía que su semen era el “Espíritu Santo” y se vio obligada a tragarlo, creyendo que el Espíritu Santo “estaría dentro de ella”.
Pero a medida que pasaban los años, Maskell invitaba a otros hombres vinculados con el arzobispado, políticos e incluso policías a relacionarse con las jóvenes, se hacían llamar “Los Guardianes”.
Maskell las sacaba de clase y las llamaba a su despacho por el sistema de megáfono, hecho que las llenaba de temor y miedo, porque incluso las hacían exámenes vaginales.
Algunas de las chicas que fueron objeto de abusos recuerdan cómo Maskell protegía a los agentes de policía que frecuentaban su oficina con sus uniformes, ya que se llevaban a cabo los asaltos sexuales de forma impensable.
Maskell mantenía fuertes vínculos con la policía. Además de ser capellán del Keough, también se desempeñaba como capellán de la policía del condado de Baltimore, la Policía Estatal de Maryland y la Guardia Nacional de Maryland. Poseía un carnet de policía y una pistola que guardaba en su carro, la cual utilizó con tonos amenazantes en varias ocasiones. Maskell estaba lejos del piadoso sacerdote que proclamaba ser ante la comunidad.
Mientras los abusos del padre Maskell continuaban, alguien lo estaba observando: Era la hermana Cathy Cesnik, una joven maestra, cálida y cercana que estaba muy adorada por sus alumnas, se había dado cuenta del pánico que las niñas tenían cuando eran llamadas a la habitación del capellán y comenzó a investigar.
Con el tiempo, obtuvo más información de la alumna Jean Wehner, que ya tenía 16 años en el momento. Un día antes del fin del año escolar, la hermana Cesnik le pidió a Wehner que afirmara o negara con la cabeza, si la estaban obligando hacer cosas que ella no quería hacer. Jean tímidamente afirmó con la cabeza y Cathy sabía que sus sospechas eran ciertas.
Cuando Jean Wehner regresó de vacaciones, los abusos se detuvieron pero la hermana Cathy Cesnik desapareció.
Más de 30 ex alumnas se unieron en una demanda contra el sacerdote por abuso sexual. El padre Joseph Maskell murió en 2001 y nunca fue encontrado culpable.
Con información de Infobae y Expectativa