El secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo efectúa este martes una visita a Estambul centrada en “la libertad religiosa”, aunque no está prevista ninguna reunión con dirigentes turcos, a los que sin embargo afirma querer “convencer” de que cesen sus acciones “muy agresivas”.
Pompeo inició esta visita, cuyo programa suscita criticas del gobierno de Ankara, con un encuentro con el patriarca Bartolomé de Constantinopla, jefe espiritual de la Iglesia ortodoxa, en la sede del patriarcado, antes de una visita guiada a la cercana mezquita de Rustem Pacha.
El secretario de Estado debe debatir sobre “temas religiosos en Turquia y en la región” y consolidar “la firme posición” de Estados Unidos sobre estos asuntos, que Pompeo considera prioritarios en materia de derechos humanos
“Hay muchas cosas de las que se puede hablar” en Turquía sobre libertad religiosa, dijo a la prensa un responsable estadounidense, dando margen a criticar la situación en Turquía.
Este país generó una oleada de condenas en el mundo cristiano en julio al transformar en mezquita la exbasílica de Santa Sofía, patrimonio mundial de la humanidad, al revocar su estatuto de museo.
Un pequeño grupo de manifestantes, convocado por una asociación nacionalista, protestó cerca del patriarcado contra la visita de Pompeo, gritando “¡Yankee, go home!”, según un fotógrafo de la AFP.
La diplomacia turca ya ha expresado su enojo por el programa de Pompeo al asegurar que la libertad religiosa era “protegida” en Turquía.
“Sería más apropiado para Estados Unidos mirarse en un espejo y preocuparse por el racismo, la islamofobia y los crímenes de odio en su país” protestó el gobierno de Ankara.
Washington corre así el riesgo de abrir nuevos frentes de conflicto con Turquía, que se sumarán a los ya numerosos existentes.
– Desencuentro –
Además, el viaje de Mike Pompeo ha originado un verdadero desencuentro diplomático.
El Secretario de Estado quería viajar únicamente a Estambul para ver al patriarca, y sólo estaba dispuesto a reunirse con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y con su homólogo Mevlüt Cavusoglu si éstos se desplazaban, lo que le evitaba viajar a la capital Ankara.
Tras intensas negociaciones, pareció que una reunión era posible, pero finalmente las conversaciones fracasaron.
Es difícil saber si la elección en Estados Unidos de Joe Biden –a quien felicitó Recep Tayyip Erdogan, pese a ser considerado “amigo” de Donald Trump– ha desempeñado un rol en este enredo.
El hecho es que Mike Pompeo no podrá abordar con las autoridades turcas las numerosas divergencias que él mismo enumeró el lunes tras una entrevista en París con el presidente francés Emmanuel Macron.
“El presidente Macron y yo hemos pasado mucho tiempo conversando sobre las recientes acciones de Turquía, y convinimos en decir que eran muy agresivas” declaró al diario francés Le Figaro.
Citó el “apoyo” de Turquía a Azerbaiyán en el conflicto en Nagorno Karabaj o recordó que “implantó fuerzas sirias en esta región”.
“También hablamos de su acción en Libia, donde han insertado a fuerzas de países terceros, o sus acciones en el Mediterráneo oriental, y podría seguir con la lista”, afirmó. AFP