El servicio al aire libre de los restaurantes para evitar la propagación del coronavirus, algo que fue catalogado como todo un éxito durante el verano y que hizo recordar escenas de calles en París o Madrid, podría estar a punto de terminar para algunos de estos negocios, y no precisamente por la próxima llegada del invierno, sino por nuevas restricciones anunciadas por la Ciudad y que harán más difícil que pueden seguir funcionando.
Por: El Diario NY
Las nuevas medidas del Departamento de Transporte de la Ciudad (DOT) establecen que ahora los locales con sillas en las aceras y en las calles, deben agregar nuevas características de seguridad relacionadas con esta temporada, incluido el relleno de las barreras de las carreteras con arena o tierra y la adición de cinta reflectora de colores brillantes y “palos de nieve” para hacerlas más visibles.
Además, los restaurantes también estarán obligados a que en caso de una nevada o tormenta invernal, deban cerrar sus comedores al aire libre y colocar en lugares seguros, dentro de sus locales, los calentadores eléctricos, así como remover o ‘consolidar’ sus mesas , sillas y otros implementos, cuando los pronósticos del clima aseguren que caerán 12 pulgadas o más de nieve.
Si eso no fuera poco, el DOT también requerirá que coloquen una barrera adicional llena de agua para instalaciones en calles con altas tasas de accidentes.
Los restaurantes tienen hasta el 15 de diciembre para cumplir con estos requerimientos.
Más de 10,700 restaurantes, de los 26,000 que se estima hay en la Gran Manzana, están participando del plan ‘Open Restaurants’ que ha permitido el atender clientes en mesas colocadas en las aceras o espacios de estacionamientos en las calles, y así evitar la propagación del COVID-19.
Y aunque esto ha permitido a muchos de estos negocios sobrevivir a la crisis económica creada por la pandemia, también hay algunos comerciantes a los cuales se les ha hecho difícil cumplir con la larga y complicada lista de reglas que la Ciudad impuso desde el principio para poder beneficiarse del programa.
Y al reconocer que para ciertos comerciantes será difícil cumplir con las nuevas normas, el DOT indicó que se ayudará a algunos negocios con la provisión de parte de los materiales que se necesitan para cumplir con las características de seguridad específicas para el invierno.