Un lavado de cara completo: La Vinotinto mostró el mejor fútbol de la “era Peseiro” ante una selección de Chile que, se llevó una derrota contundente (2-1) ante un rival inesperado, sumamente equilibrado y vertical.
Lucho Suárez || lapatilla.com
Desde un principio, la eliminatoria para Venezuela fue “contra reloj“. Partido a partido han ido de menos a más, mostrando caras diferentes en cada encuentro, pero contra el cuadro austral, los borravinos brindaron su mejor versión.
Frente a la “roja” sudamericana, la oncena nacional tuvo claro que para lograr el sueño mundialista tenía que meter el pie en el acelerador. Para los criollos ya no valen empates, y menos otras derrotas.
Rodó el balón en el estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela en Caracas, y los pupilos del estratega portugués comenzaron sueltos, peligrosos, buscando el resultado desde el primer minuto. Y tanta verticalidad tuvo sus frutos.
El primer gol venezolano en cuatro partidos
Transcurría el 8′ del choque y una jugada a balón parado fue el mecanismo para que los locales comenzaran a creer.
Darwin Machís fue el “arquitecto” para lograr el grito de gol: El volante del Granada español centró el balón hacia el palo lejano del portero Claudio Bravo dirigido a la cabeza de Salomón Rondón, quien colocó la esférica al corazón del área para que Luis Mago rematara con su testa al fondo de la red.
Pese al vendaval vinotinto, Chile consiguió un hueco en la muralla venezolana para encontrar el empate, que llegó rápido.
Durante un ataque visitante, Alexis Sánchez trasladó la pelota del centro hacia su derecha, posteriormente filtró el balón al fondo de la parcela diestra para Mauricio Islas.
El lateral centró rastrero al área venezolana, pero la pelota fue rechazada levemente por el zaguero Wilker Ángel. La “bocha” llegó a los pies de Arturo Vidal y éste no dudó en mandarla a guardar en la portería defendida por Wuilker Fariñez.
Pese a la igualdad, los caribeños estuvieron cerca de colocar el segundo tanto en el marcador.
Un mano a mano entre Machís y Bravo puso a temblar ambos banquillos, pero el remate del atacante oriundo de Tucupita fue detenido por el guardameta ex Barcelona con su pierna derecha.
Irónicamente, a Venezuela no se le acabó “la gasolina”
La segunda parte comenzó como la primera. Un huracán vinotinto arremetió contra la defensa chilena, la cual se vio limitada ante los veloces extremos caribeños durante varios minutos.
Chile reaccionó y el desgaste se comenzó a notar en los locales: El conjunto visitante aguantó la tormenta y tomó la batuta del partido por una fracción de tiempo. Dos oportunidades claras pudieron adelantar a los dirigidos por Reinaldo Rueda.
¿Cambios a tiempo?
José Peseiro movió sus piezas temprano. Yeferson Soteldo ingresó por Jefferson Savarino y posteriormente, Rómulo Otero vio minutos por un Christian Casseres que lo dio todo sobre el césped. El impacto de las modificaciones fue inmediato.
Una jugada elaborada por ambos ingresos volvió a generar vértigo a los locales. Una cabalgada del “10” del Santos tomó por sorpresa a la defensa chilena, quienes se vieron descolocados por la velocidad del pequeño extremo.
Luego de asociarse con Otero, el “pequeñín” recibió la esférica por banda derecha, centró entre los defensas y Salomón Rondón anticipó rápidamente para empujar la “caprichosa” a las redes.
Con esta victoria, Venezuela suma sus primeros tres puntos tras cuatro partidos de eliminatorias mundialistas tras caer en tres partidos contra Colombia, Paraguay y Brasil. Los criollos se ubican en la octava posición de la tabla por delante de sus similares de Perú y Bolivia.