Por la inflación y altos costos dela ropa, los consumidores adquieren prendas de vestir usadas en excelentes condiciones tanto para el diario, Navidad y grandes ocasiones. Comerciantes de trajes en alquiler aseguran que el negocio se mantiene a pesar de la crisis y la pandemia.
Por 2001
Patricia Calderaro es diseñadora de modas y además de vender sus propios diseños comercializa ropa usada en perfecto estado. “Vendo ropa usada hace tiempo, el negocio prospera por la crisis, es una opción que tenemos por lo costoso que está todo”.
“Es lo que está dando, vender ropa usada y aprender a coser, ahorita cualquier cosa cuesta 40 dólares y tengo prendas usadas entre 3 dólares y 5 dólares. La Demanda subió 30% por la temporada y creo que subirá más”, asegura Patricia.
Calderaro comentó que “hay gente que busca la ropa usada para los estrenos de diciembre. Tengo vestiditos para niñas, blusas y bragas para mujer y camisas y pantalones para caballeros”.
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